† DESNUDANDO SENTIMIENTOS.†

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El vestido que se encontraba sobre la cama era hermoso, Angelina lo observó durante un breve instante

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El vestido que se encontraba sobre la cama era hermoso, Angelina lo observó durante un breve instante.

—Duquesa, no le colocaremos el corpiño para no molestar su herida —Angelina no dijo nada a las explicaciones de la joven mucama; sus pensamientos divagaban lejos de esa habitación.

—No requiere de muchos arreglos, porque es hermosa.

—Le agradezco mucho su amabilidad.

—Es la verdad —sonrió la joven.

El ama de llaves entró en la alcoba, llevando consigo las joyas que el duque había enviado de regalo. La mujer se las extendió a Angelina.

—¿Tanto derroche para una cena en casa?

—El duque solo muestra su amor por usted, señora, los días que la mantuvieron en cautiverio fueron terribles para el señor. Se interesó mucho por su bienestar y, al ver que su salud mejoraba, su expresión se llenó de luz —Angelina permaneció en silencio, aquellas palabras que dejó salir de su boca la habían dejado mal parada.

—Es cierto —trató de arreglar el comentario anterior, pero no tuvo éxito. El ama de llaves parecía hecha de piedra, su rostro pálido y estirado carecía de expresiones amables, solo se limitó a hacer su trabajo.

Angelina ya estaba arreglada al poco tiempo.

—Déjenme a solas un instante, por favor, quiero hacerme unos retoques —las mujeres hicieron una reverencia y dejaron a la duquesa sola.

Angelina se miró fijamente en el espejo, era otra persona. Pensó en las palabras de su madre "Te has vuelto loca" y siguió mirando su reflejo.

—No soy una mercancía... pero ya es demasiado tarde, me toca asumir las consecuencias de mis actos —Angelina se levantó, y de se dispuso a salir de su alcoba camino al salón íntimo de la mansión donde el duque la esperaba para cenar a solas.

Mientras cortaba las distancias, reflexionaba sobre las palabras de Caden cuando le hablaba del otro ser que habita en su interior: «Yo solo veo mi reflejo Angelina, y ya no me reconozco. En mi lugar está el Alex. Cada día estoy tentado de confiar en él, pero Alex siempre tiene malas intensiones. Viene por las noches, él es el diablo disfrazado. Anhelante de pelea e intenta apoderarse de mi mente». Angelina se interrumpió durante unos segundos, aquellos recuerdos tan intensos la hacían tambalear, de cierta manera experimentaba que Alex la había contaminado.

—Siempre quiere enfrentarme, quiere mi alma... Caden te transformaste en la voz que no es mía. Dios mío, no hay sitio donde ocultarse... No vas a esclavizarme —se dijo con convicción a sí misma.

Los rasgos y la elegancia de la habitación le llamaron la atención como si fuera un pájaro que cantase. El resplandor de las velas iluminaba su majestuosa y regia forma, lo que la hacía parecer aún más impresionante que antes. Michael se levantó de su asiento, mirándole fijamente. Su belleza le llegó como un impacto asombroso en el pecho, que le picó con su verdad y perfección. La mirada de sus labios hizo que su cuerpo deseara más, pero sintió impotencia para abrazar esta nueva pasión que parecía brotar dentro de él sin esfuerzo... Aquella mujer era la luz que iluminaba las tinieblas de su alma.

Angelina: Liberación LIBRO IIIWhere stories live. Discover now