Caden Greenwood y Michael Davenport, Duque de St. Moritz, se embarcan en una batalla sin precedentes por el amor de Angelina, mientras esto sucede lo peor y lo mejor de ambos saldrá a relucir. Angelina se vera amenazada constantemente por todas las...
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Vi una rosa azul depositada en la acera, cerca de la entrada del salón de costura de mi madre... "Una rosa invernal como yo las había bautizado". Sabía que eran de Caden; ese hecho ya se le había convertido en una costumbre, advertía en mi interior que intentaba dejarlas en la puerta de nuestra nueva casa; sin embargo, los guardias que Michael colocó para nuestra protección, vigilaban las 24 horas al día, convirtiendo el espacio en paredes de contingencia para su libre albedrío.
La rosa azul llegó de manos de un pordiosero, lo vi dejarla en la puerta, supuse que Caden le ofreció unas cuantas monedas para hacérmela llegar, sentí el sobresalto en mi alma, esa inseguridad que desde que Caden se casó con otra mujer no me abandonó jamás, y que se calmó cuando Michael llegó.
Salí disimuladamente, antes que otros notaran la presencia de la rosa, al tenerla en mi mano contemplé una pequeña nota atada a su tallo, sin perder tiempo subí a mi antigua habitación para leerla. Ya en el interior de la alcoba abrí la pequeña misiva que yacía envuelta y atada en una cinta de seda color rojo; letras precisas y pequeñas en una impecable caligrafía decían lo siguiente:
"Muéstrame el significado de estar solo... ¿Es este el sentimiento con el que tengo que caminar? Dime, ¿por qué no puedo estar ahí donde tú estás? Angelina, la noche de tu compromiso, yo rendí mi corazón, cuerpo y alma, mostrándote mi más oscura verdad, y continuó preguntándome: ¿Cómo puede ser que sigas tan ciega y reprimiendo las cosas que te niegas en mostrar? Tu lenguaje corporal me confesó la verdad, lo cierto, es que sin ti dentro de mí no encuentro reposo. Te imploro, que ya no disimules que lo que sientes muy dentro es falso, sabes que tienes el poder para hacerme débil. Te amé desde la distancia, pensé que no podría vencer esta lejanía y no puedo creer que tan cerca estamos, esas paredes serán derribadas".
C.G
—¡Por qué continuas con esto Caden Greenwood! —Tiré al suelo la rosa junto con la nota, sintiendo mi rabia volver, ¡No era justo que él continuara en su lucha por destruir mi paz!
—Eres un egoísta —exclamé arrodillándome al piso para tomar la rosa y la nota nuevamente.
El suave golpeteo en la puerta de la habitación me extrajo de mi angustia, era Vanessa, limpié mis lágrimas y fui a abrirle, ella al observarme notó rápidamente que algo en mí no iba bien.
—¿Qué te sucede Angelina? —No hizo falta que yo le respondiera, Vanessa bajó la mirada y contempló la rosa azul que posaba en mis manos.
—¿Es de quien pienso?
—Sí.
—¿Puedo leer la nota?
—Hazlo, por favor, a ver si mi carga es más llevadera —Vanessa tomó la nota, la leyó minuciosamente y al poco tiempo expresó:
—Si Michael, se entera de que Caden continúa enviándote esta clase de mensajes, va a ocurrir una desgracia, no se puede relegar el hecho de que ellos ya estuvieron a punto de matarse, ¡Caden lo apuñaló!
