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~PoV Aaron~ 

Era temprano y yo ya me dirigía a la casa de Alice, aun dándole vueltas al asunto de la supuesta relación entre la chica y yo.
Sé que fui yo quien dijo semejante mentira, fui yo quien dijo andar con ella cuando nisiquiera habíamos hablado sobre eso y fui yo quien se arriesgó a que le dijeran algo por la reciente muerte de Haley, sin embargo, lo que le dije a ese tipo era verdad, Haley y yo ya no éramos pareja desde tiempo antes de lo que le pasó, así que yo no estaba haciendo nada malo, tambien era verdad que esto no era reciente pues desde antes de la muerte de Haley comenzaba a sentir algo por Alice, sin embargo... ¿porqué en ocasiones se me hacía tan complicado aceptar que soy libre de rehacer mi vida? Tal vez por el temor de que me pase lo mismo otra vez.

Hace un tiempo descubri que la chica que entro como simple ayudante y que a base de esfuerzo había logrado convertirse en agente, esa chica que me sorprendio de distintas maneras, sentia algo por mi, sentimientos que yo me negaba a ver y a aceptar, mas con el tiempo, yo mismo comencé a tener sentimientos hacia ella, sentimientos que tampoco quería aceptarlos porque me engañaba con la idea de que en algún momento las cosas con Haley se solucionarían.
Cuando entendí que eso no tenía remedio me dije a mi mismo que intentaría rehacer mi vida, aún cuando había la posibilidad de volver a fracasar. Pero... ¿Realmente Alice haría lo mismo que Haley? ¿Ella me dejaría por culpa de mi trabajo? La respuesta era "NO", el problema era que deje pasar mucho tiempo y el día que hice un movimiento con ella, pensó que todo era porque yo estaba confundido, que la muerte de Haley me tenía mal y que tarde o temprano terminaría arrepintiendome de eso, ahora había cometido la osadía de decirle a su molesto pretendiente que éramos pareja, así que... ¿Qué estaría pensando Alice sobre mi arrebatada acción? Todo eso tenía mi cabeza ocupada, tanto que no noté el pasar del tiempo.

Cuando al fin estaba afuera de la casa de la chica, le mande un mensaje avisando de mi llegada y unos minutos después la vi salir de una manera en que nunca la había visto. Se veía bastante pálida, traía el cabello recogido en una coleta bastante baja y al parecer no traía nada de maquillaje, al menos eso alcanzaba a distinguir a través de esos lentes oscuros que traía, tal vez para protegerse de la luz, tal vez para ocultar las marcadas ojeras que de seguro enmarcaban sus ojos.

―Buenos días jefe, ―dice mientras abre la puerta del auto y entra. ―oh, perdón, olvidaba que ya no eres mi jefe...

―Buenos días Alice, ¿Cómo te sientes? ―le digo sin poder evitar que mi voz mostrara la preocupación que sentía en ese momento.

―Fatal, esta maldita resaca me está matando, recuérdame no volver a tomar pulque... ―Me dice sobandose las sienes con expresión de dolor.

―¿Y en serio piensas ir a trabajar asi? ¿Porqué no le pides permiso a Wilson para ausentarte por hoy?

―No puedo hacerlo, eso es poco profesional, no lo hice en el tiempo que dure con ustedes y no lo haré con él.

―Pero... ―Era verdad que ella trataba de no ausentarse del trabajo a menos que fuera estrictamente necesario, como aquella vez que bebimos juntos y que también sufrió de resaca y se negó a faltar, pero hoy, hoy la veía peor, claramente estaba sufriendo bastante.

―Un café y estaré como nueva.

―Está bien, vamos por ese café. ―le digo poniendo en marcha el auto con rumbo a esa cafetería que quedaba cerca de nuestro lugar de trabajo.

Mi Historia En La UACDonde viven las historias. Descúbrelo ahora