Capítulo 43 - No hay mal que dure cien años

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Narra Joseph.

Dios, amo a esta mujer.

En la puerta hay una nota pegada de color verde flúor:

" Cariño, tendremos una cena especial esta noche. En la mesa de entrada, encontraras un regalo para ti. Úsalo. Xo"

Suspirando, entro y dejo mis llaves y veo una caja de gran tamaño, de color blanco con diseños dorados. Al abrirla y retirar el papel veo una tela de color negro, que a medida que voy sacandola, se convierte en un saco de traje, junto a una camisa y pantalón de vestir del mismo color.

 Al abrirla y retirar el papel veo una tela de color negro, que a medida que voy sacandola, se convierte en un saco de traje, junto a una camisa y pantalón de vestir del mismo color

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Huelo una fragancia familiar y dentro del bolsillo del saco, encuentro otra nota. Esta vez es de color rosado y tiene su perfume dulce tan característico.

" Cuando estés listo te veo en el comedor para cenar juntos. No prendas las luces."

Y efectivamente no era necesario. Dos pequeños candelabros con velas de color rojo alumbraban la mesa y otros cuatro se repartian entre los muebles.
Todo estaba perfectamente ordenado y el olor a comida salia de la cocina.
Estaba por levantar la bandeja de plata en la que suponia se encontraba la comida, pero su voz me interrumpió.

T/n: Buenas noches cielo.

Me giro y la veo parada en la entrada al comedor. Si alguna vez la vi mas hermosa que hoy, no lo estaria recordando.

Esta hermosa, increible

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Esta hermosa, increible... comestible. Me pregunto si llevará algo debajo de ese lindo vestido. Ojalá que no.
Mi corazón late rapidamente y mi respiración se acelera mientras me acerco despacio a ella. Me mira de arriba a abajo y se muerde el labio cerrando los ojos por un segundo.

Joseph: Estas impresionante. Con o sin vestido.

T/n: Tu también Joe. Luces realmente increíble. ¿Nos sentamos?

Joseph: Por supuesto. Permiteme -retiro su silla y espero a que se siente para hacer lo mismo- ¿A que se debe esta sorpresa?

T/n: Primero cenemos y luego te lo explico cariño.

Cariño... escucharla otra vez llamandome cariñosamente me llena de emoción.
La cena transcurre de forma natural, sin forzar nada. Hablamos, nos reimos, planeamos nombres para el bebé y sobre sus próximos controles del dia lunes. Aún no le digo que la acompañaré, es sorpresa.

Soy consciente de las miradas fugaces que me da mientras terminamos nuestra cena y de como hace pequeños gestos con el tenedor, reteniendolo en su boca mas de lo debido.
De como pasa su pie por mi pierna haciendolo pasar por un simple roce.
Lo disfruta y yo también. Dios, lo disfruto tanto que ya estoy duro. Quiero agarrarla y llevarla a la habitación, arrancarle ese vestido y hacerla mia.
Pero hasta que no sepa como actuar con ella, no daré ningún paso en falso. No quiero arruinar nada de lo que he logrado hasta ahora. Debo tener paciencia ahora mas que nunca.

La miro limpiarse los labios con la servilleta y pararse elegantemente de la mesa. Camina hasta mi y me hace tomar su mano, tirando de mi hasta que me deja en el balcón del departamento y yo la sigo sin ningún problema.

La veo observar la noche de Londres mientras su boca se abre y luego la vuelve a cerrar.

Joseph: Hey, tranquila. Lo que sea, puedes decirmelo.

T/n: Me preguntaste a que se debia todo esto. Bueno... ya tomé una decisión Joe.

Mierda. Sabia lo que pasaria cuando me mandó un mensaje diciendo que debiamos hablar, pero no puedo evitar sentirme nervioso. Todo podria irse al carajo en segundos. Y sinceramente no estoy preparado para dejarla ir y tampoco quiero hacerlo. Quiero que ella este conmigo siempre y no se si pueda aguantar el no tenerla. Pero la decisión es suya y respetaré lo que elija.

T/n: Perdón por haberme demorado tanto, pero necesitaba pensar bien las cosas. Paso tanto en este último mes que aún me cuesta entenderlo. Y lo que menos esperaba era que terminaramos asi.

Frunzo el ceño y es inevitable el dolor que siento en mi pecho ante el sonido de esa palabra. Me pongo derecho y aprieto mi mandibula con fuerza. Ella suspira y se sienta en una silla, como si todo esto estuviera agotandola de más.

T/n: Pero una charla con Daniela me hizo ver todo desde otra perspectiva, y si bien mi reacción no estaba equivocada, si lo era el camino que estaba por seguir. Maldita sea, estaba dispuesta a no luchar, a rendirme por el miedo y el orgullo que me daba toda esta situación e iba a terminar perdiendo algo hermoso que la mayoria se pasa toda la vida buscando. Y ahora con nuestro porotito creciendo en mi vientre... todo era distinto. No podia pensar solo en mi. Debia pensar en nosotros. -sus ojos se llenan de lágrimas y sin pensarlo llevo mi mano a su mejilla para acariciarla- Lo siento Joseph, lo siento por haberte tenido en las sombras tanto tiempo. Lo siento porque inconscientemente te heche la culpa de como me senti y descargué mi enojo en ti. Es horrible y lo siento. También no sabia como sentirme conmigo misma con todo lo que me pasó. Y reconozco que fui muy fria contigo.

>> Me he pasado todos los dias extrañandote. Y más allá de la tensión sexual que siempre existe entre nosotros no tiene nada que ver en como extraño tu amor. Estar entre tus brazos y besarte se volvió una gran necesidad. Y se volvió mi lugar seguro en el mundo.
Quiero todo contigo Joe, quiero vivir todas las experiencias a tu lado y quiero que criemos juntos a este bebé. Quiero ser feliz de una vez y lo quiero aqui. No necesito nada más cariño...

No sabia que yo también habia estado llorando. Todo el peso de este maldito mes estaba abandonando mi cuerpo.
Las dudas, los enojos, las lágrimas derramadas, la desesperación de perderla y perdernos.
Ahora después de todo lo que pasamos, todo parece volver a su lugar, finalmente. Y me pone jodidamente feliz que mi nena luchara por esto. Por lo que tanto peleamos.

Me acerco a ella y me dejo caer de rodillas, apoyando mi frente en su vientre mientras suspiro y me recupero de todas las emociones que me recorren el cuerpo.

Joseph: Te amo, eso nunca cambió y no lo hará. Solo quiero ser un buen hombre para ti y un buen padre...estoy asustado.

T/n: Lo estoy también. Pero confío en ti. Confio en nosotros.

Yo también lo hago. Confío en que tendremos la felicidad que tanto merecemos.
Después de todo, dicen que no hay mal que dure cien años.



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Hola mis bebés. Bueno no quise decirles nada antes para que no les diera depresión 😂 pero luego de este capítulo vendra uno más que será mucho mas largo que este y luego el epílogo.
Gracias por seguir conmigo y espero que se queden para el gran final.
Besitos ❤❤❤

A dream come true  - Joseph Quinn y T/n Donde viven las historias. Descúbrelo ahora