El mejor truco del diablo es persuadirte que no existe. (Lucifer, capítulo III)

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𝗖𝗮𝗿𝗲 𝗳𝗼𝗿 𝗮𝘁 𝗿𝗲𝗮𝗱, 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻𝘁 𝘁𝗿𝗮𝘂𝗺𝗮 𝗮𝗻𝗱 𝘀𝘂𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗹 𝘁𝗵𝗼𝘂𝗴𝗵𝘁𝘀 (+𝟭𝟴)

怪物の様な: kaibutsunoyouna.

CIE-10 (F432). 𝘐𝘵 𝘪𝘴 𝘯𝘰𝘵 𝘴𝘦𝘦𝘯 𝘢𝘴 𝘪𝘯𝘴𝘢𝘯𝘦 𝘸𝘩𝘦𝘯 𝘢 𝘧𝘪𝘨𝘩𝘵𝘦𝘳, 𝘶𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘢𝘯 𝘢𝘵𝘵𝘢𝘤𝘬 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘪𝘯𝘦𝘷𝘪𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘭𝘦𝘢𝘥 𝘵𝘰 𝘩𝘪𝘴 𝘥𝘦𝘢𝘵𝘩, 𝘤𝘩𝘰𝘰𝘴𝘦𝘴 𝘵𝘰 𝘵𝘢𝘬𝘦 𝘩𝘪𝘴 𝘰𝘸𝘯 𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘧𝘪𝘳𝘴𝘵. 𝘐𝘯 𝘧𝘢𝘤𝘵, 𝘵𝘩𝘪𝘴 𝘢𝘤𝘵 𝘩𝘢𝘴 𝘣𝘦𝘦𝘯 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘶𝘳𝘢𝘨𝘦𝘥 𝘧𝘰𝘳 𝘤𝘦𝘯𝘵𝘶𝘳𝘪𝘦𝘴, 𝘢𝘯𝘥 𝘪𝘴 𝘢𝘤𝘤𝘦𝘱𝘵𝘦𝘥 𝘦𝘷𝘦𝘯 𝘯𝘰𝘸 𝘢𝘴 𝘢𝘯 𝘩𝘰𝘯𝘰𝘳𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘳𝘦𝘢𝘴𝘰𝘯 𝘵𝘰 𝘥𝘰 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘦𝘦𝘥. 𝘏𝘰𝘸 𝘪𝘴 𝘪𝘵 𝘢𝘯𝘺 𝘥𝘪𝘧𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵 𝘸𝘩𝘦𝘯 𝘺𝘰𝘶 𝘢𝘳𝘦 𝘶𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘢𝘵𝘵𝘢𝘤𝘬 𝘣𝘺 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘰𝘸𝘯 𝘮𝘪𝘯𝘥?
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𝐋𝐚 𝐩𝐥𝐮𝐬 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐞 𝐝𝐞𝐬 𝐫𝐮𝐬𝐞𝐬 𝐝𝐮 𝐝𝐢𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐬𝐭 𝐝𝐞 𝐯𝐨𝐮𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐮𝐚𝐝𝐞𝐫 𝐪𝐮'𝐢𝐥 𝐧'𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐚𝐬.
«𝐓𝐡𝐞 𝐝𝐞𝐯𝐢𝐥'𝐬 𝐟𝐢𝐧𝐞𝐬𝐭 𝐭𝐫𝐢𝐜𝐤 𝐢𝐬 𝐭𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐮𝐚𝐝𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐡𝐞 𝐝𝐨𝐞𝐬 𝐧𝐨𝐭 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭.»

Capítulo 𝑰𝑰𝑰.

Lucifer.
Pandemonio, Inframundo.
Atemporal.

Lucifer/Wolff
París, Francia.
31 de Diciembre del 2002.

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La epifanía empezaba porque estaba en frente de una cripta que no reconocia pero se le hacía un tanto familiar. Ahora entendía que era su propia tumba con el pasaje del cementerio que decía:

«𝘗𝘦𝘰𝘱𝘭𝘦 𝘸𝘩𝘰 𝘤𝘦𝘢𝘴𝘦 𝘵𝘰 𝘣𝘦𝘭𝘪𝘦𝘷𝘦 𝘪𝘯 𝘎𝘰𝘥 𝘰𝘳 𝘨𝘰𝘰𝘥𝘯𝘦𝘴𝘴 𝘢𝘳𝘦 𝘵𝘰𝘨𝘦𝘵𝘩𝘦𝘳, 𝘴𝘵𝘪𝘭𝘭 𝘣𝘦𝘭𝘪𝘦𝘷𝘦 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘦𝘷𝘪𝘭... 𝘌𝘷𝘪𝘭 𝘪𝘴 𝘢𝘭𝘸𝘢𝘺𝘴 𝘱𝘰𝘴𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦. 𝘈𝘯𝘥 𝘨𝘰𝘰𝘥𝘯𝘦𝘴𝘴 𝘪𝘴 𝘦𝘵𝘦𝘳𝘯𝘢𝘭𝘭𝘺 𝘥𝘪𝘧𝘧𝘪𝘤𝘶𝘭𝘵.»

Wolff cruzó el oscuro pasaje dejando atrás su tumba, dejando atrás para siempre todo lo que conocía sin saberlo aún.

Su vida, que ya no era tal como la recordaba, ni en el futuro sería igual. Atrás quedaba el pasado, el ayer, tras la puerta roja había una línea de tiempo distinta una vez dentro, otra distinta una vez fuera. Mientras él asistía como espectador a su propia existencia pasada como si la voz propia suya le estuviera dando instrucciones de cómo dejar ir su alma de la manera menos dolorosa.

Empezamos por el principio, ¿Qué recordaba? Los balazos, la sangre, el Diablo, su padre, el pacto y luego todo se desvaneció en negro hasta que despertó en la habitación de sus padres siguiéndolos en un sueño que lo llevaba a su casa de infancia, sus padres aún estaban vivos y debió sospechar que todo trataba de un sueño.

Pero Björn no quería pensar en eso, así que siguió sus padres hasta llegar a una puerta roja, sus padres se quedaron allí dedicándole una sonrisa hasta desaparecer al cruzar dicha puerta, aunque algo en su fuero interno le decía que no fuera, que no cruzara la puerta, él no escuchó y se fue detrás de ellos perdiéndose en la puerta roja donde astralmente existía otro tiempo en ese mismo instante también que afectaba la línea real sin saberlo, lo cierto es que lo que acababa de pasar fue que al cruzar el umbral Björn había finalizado la transacción con Duviel y ahora el diablo poseía su alma, finalmente se convirtió en el hijo del diablo. El príncipe oscuro sediento de la luz del mundo.

Duivel: La cara nunca vista del Diablo. (Primer libro completo)Where stories live. Discover now