Capítulo 70

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¿A dónde se va a una primera cita?

¿Hay una especie de lugar predilecto? Yo no lo sabía, antes de Jimin nunca había llegado a tener algo así con ningún alfa.

Así que deje que mi corazón y mi billetera nos guiara al mejor lugar porque ya le había dicho que yo invitaría la comida.

_Creo que nevará _Comentó Jimin mirando el cielo, tenía puesto un gran camperón, un gorro blanco y una bufanda_ .Y sabes lo que dicen de la primera nevada _Me sonrío aunque no podía verlo.

A penas se le veían los ojitos, no obstante yo lucía igual. Estábamos tan abrigados que se nos dificultaba caminar, pero al menos estábamos juntos.

_No me gustan esas mierdas románticas _Dije cruzado de brazos observando las aves del parque.

Esperaba que ninguna me cagara encima, sería lo que faltaría para que la cita resultara un desastre.

Jimin agachó la cabeza con tristeza.

_Sólo cuando estoy contigo _Le tendí mi mano cubierta por un guante.

Él cambió su expresión a una de felicidad pura y tomó mi mano. Sus ojos se achicaron tanto por la felicidad que me hacían preguntar si podía ver.

Eso sería un serio problema, si Jimin sonreía mucho podría chocarse un árbol de frente y lo denunciarían por maltrato vegetal.

Ah, ¿eso no existe? Bueno, pueden denunciarlo por exceso de belleza.

Sé de eso, tengo problemas con la ley todo el tiempo debido a mi sensual rostro gatuno.

_Llegamos _Anuncié frente al carrito del parque_ .Monsieur, ¿le apetece una carne de salchicha bañada por la más fina mayonesa y pan cortado en dos partes exactas? _Fingí un acento francés.

_Oui, oui _Él rió.

_No sé que significa, pero lo tomaré como un si _Sonreí y lo guíe a la fila tomándolo de su pequeña y suavecita mano.

¿Saben que otra cosa tiene suavecita?

Por las patatas fritas Min, estás por ser bendecido por mayonesa del divino carrito, contrólate.

Necesito una sacudida haber si mis hormonas se traquilizan de una vez.

El señor del carrito con una sonrisa nos entrega nuestros hot dogs y como soy un caballero, al de Jimin lo pido con patatas fritas.

Mientras caminamos no dejamos de vernos y nunca permitimos que nuestras manos se separen, como si necesitaríamos de esta conexión que sentimos.

De pronto me siento aterrado de que la cita acabe y tenga que decirle adiós a Jimin.

¿Cuánto tiempo, días o horas estaría sin él?¿Por qué eso de pronto me parece tan importante?

Jimin emocionado me llevó hasta un lugar donde unos chicos bailaban una canción muy de moda, no reconocí a la cantante, pero me gustaba la canción pegadiza.

La canción la definiría como un chicle dulce que podías masticar sin cansarte.

Uno de los bailarines empezó a sacar gente también a bailar, disimuladamente empujé a Jimin, el cual me dirigió una mirada de molestia, pero me importó poco y lo volví a empujar.

Él casi se cayó, todo me miraron y yo fingí demencia mirando los pajaritos.

No me miren, se tropezó con una piedra imaginaria.

Los artistas callejeros le enseñaron una vez la coreografía al pelinaranja y sólo eso bastó para que la aprendiera y la hiciera de la misma forma que ellos. Sus movimientos eran tan acertados que dejó al público y hasta a los bailarines completamente sorprendidos.

Odio ser omega (Jimsu) Where stories live. Discover now