Capítulo 66

4.6K 760 261
                                    

_¿Me quedaré en la banca? _Expreso con desconcierto.

No, no podían hacerme esto.

Díganme que tengo un problema auditivo y no oí que me quedaría como suplente durante la final.

_Ya lo oíste, Jungkook te reemplazará _Jackson dijo con un balón en la mano y su típica mirada despectiva.

Estuve a un milímetro de tirarme por la ventana para ver si me muero y me despierto en el mundo real.

_P-pero, no es justo. Me he matado entrenando y también me esforcé por estar aquí _Me defendí.

_Sí, pero faltaste al último partido y no nos diste ninguna explicación.

Abrí y cerré mi boca.

Tenían razón, la vergüenza me impidió decirles que había entrado en celo justo antes del partido.

Sé que no tengo porque avergonzarme ya que es algo normal por lo que todos pasamos, pero igual tenía miedo que nuevamente dijeran que todo había pasado porque era un omega.

Probablemente no tendría sentido, pero la discriminación aquí estaba tan presente que no dudarían en relacionarlo.

"Falté al partido porque mi culo se calentó con Park y decidió entregarse a él".

Sí, sí, muy convincente.

Al ver que no respondía, Jackson se fue junto con los demás y cuando el entrenador hizo sonar el silbato, ví a todos reunirse y planear el juego.

¿Hasta aquí había llegado mi sueño?

A ese partido vendría gente realmente importante en busca de talentos para la universidad y yo me lo perdería. Me perdería los aplausos y las felicitaciones.

No más abrazos y adiós a la ducha de gloria.

...

Mi humor estaba por los suelos, mi cara se mantenía más seria que un muppet.

Ni siquiera le sonreía a los clientes que venían a pedir un trozo de pizza o demás comida grasosa. Simplemente se las daba y les cobraba, por poco, no sé las lanzaba y les decía que si pudieran no volvieran porque estaba cansado. De los clientes y de mi estúpido jefe que cada día me trataba peor.

No siquiera sabía cuántas horas había pasado estando parado frente a la caja registradora. Ya ni sentía mis piernitas de palo.

Escuché el sonido de la campanita anunciando un nuevo cliente y jadeé exasperado, ¿podría meter mi cabeza dentro del horno y esconderme de los clientes?

Antes de cometer una locura, volteo y me encuentro con él.

Mi Jiminie...

Jimin traía puesta una bonita chaqueta de mezclilla sobre una camiseta a rayas negra y blanca. En su rostro resplandecía la típica sonrisa que hacía brillar su dentadura.

Su rostro era de catálogo, a veces pienso que fue bendecido por los dioses griegos o que cuando lo crearon apretaron muchas veces el botón de "sensualidad extrema".

Creo que tuve un orgasmo mental.

Yo igual, omega pervertido.

A veces era divertido conversar con él aunque parecía un loco recién salido del psiquiátrico.

_¿A qué se debe el honor? _Juego con él.

Jimin sonríe y se apoya en el mostrador.

_Vaya, me dijeron que vendían cosas deliciosas, pero no pensé que los meseros estaban incluídos.

Odio ser omega (Jimsu) Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang