Capítulo 50

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Las manos de Jimin me mantienen apretado contra él por mientras que nuestros labios no dejan de moverse en sincronía.

Gimo cuando la punta de su lengua toca la mía y todo es electricidad.

Madre santa, este chico debió hacer ido a una escuela para besar sino no se puede explicar que bese tan jodidamente bien.

Jimin me devora, me disfruta, sus dedos recorren mi figura a través del uniforme. El silencio en el armario del conserje es llenado por el sonido del chasqueo de nuestras lenguas y jadeos.

Puedo sentirlo ponerse cada vez más duro por unos simples besos.

Muerdo mi labio e indeciso bajo de su cuello al borde de sus pantalones.

_Alto _Sonríe en medio del beso y abré sus ojos para encontrarse con los míos bañados en deseo.

_Quiero hacerlo _Le aseguro ansioso.

_¿Seguro?

Asiento y sólo así consigo que me permita bajar hasta su ropa interior para liberar su miembro.

Ni siquiera sabía que estaba haciendo.

Mierda, lo único que había chupado eran paletas de colores, pero allí estaba de rodillas frente al alfa que me volvía loco y exitaba cada día más.

El cuerpo de Jimin temblaba al igual que mis manos, ambos igual de nerviosos, sin embargo, cuando sus ojos mieles deseosos se encontraron con los míos supe que quería hacerlo más que nada.

Empecé con la punta chupándola y girando mi lengua a su alrededor, Jimin soltó un gemido y envolvió mi cabello entre sus dedos. El sabor era salado, pero no lo consideraba desagradable.

Me costó llevarlo todo a mi boca, pero después de varios intentos lo logré y repetí el proceso. Pronto le había encontrado el ritmo y movía mi cabeza metiéndome la viribilidad de Jimin lo más profundo que podía y sacándomela con hilos de saliva que me ayudaban a deslizarme con mayor facilidad.

Fue un error haber levantado mi mirada porque ver a Jimin sudado con la cabeza hacia atrás y los labios entreabiertos completamente a mi merced fue mi perdición.

Jimin se vino manchando mi corbata del uniforme y yo me vine en mi ropa interior sin siquiera tocarme.

Después de recuperarnos y de calmar nuestra respiraciones, Jimin me tomó entre sus brazos y me volvió a besar con más ganas. Compartíamos la escencia de Jimin con nuestras lenguas volviendo al momento más caliente.

La campana del timbre nos interrumpió.

Maldita escuela, no lo dejan coger a uno tranquilo.

Igual es mejor así, ya las ratas del armario tuvieron suficiente espectáculo.

_Perdón por esto _Se disculpó por la marcha en mi corbata, la cual no tardó en quitarme_ .Prometo lavarla en casa.

_O podrías atarme a tu cama _Sugerí con las cejas alzadas_ .Sólo bromeo.

Ajá, claro.

Tú callate, omega pervertido. La próxima que te hagas presente me aseguraré de tener a un exorcista a mi lado.

_Entre broma y broma...

_El enano se asoma _Sonrío.

_Ya te dije que mi estatura es común _Se cruza de brazos en un berrinche.

_Si te miro con un microscopio _Me burló y le pellizco su sonrojada mejilla.

_Sólo me llevas dos centímetros.

Odio ser omega (Jimsu) Where stories live. Discover now