Capítulo 33

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Narra Jimin.

Min Yoongi...

¿Hay un nombre más hermoso que ese? De hecho, ¿hay alguien más hermoso que él en su totalidad?

Creo que jamás había tenido tantos sentimientos explotando como dinamita en mi interior como cuando lo veo y decir que todo empezó hace apenas menos de un año cuando lo conocí por primera vez...

Salía en mi bicicleta desde el garage perteneciente a la casa del novio de mi mamá o como él prefería que lo llame: papá.

Heechul, mi padrastro, había conocido a mi madre en un centro de ayuda para las personas necesitadas en el que ella trabajaba y al cual donó una sugerente cantidad de dinero. Entre tantas visitas a ese lugar, ellos dijeron que se enamoraron mutuamente de sus corazones tan puros y la solaridad que los caracterizaba.

Sin embargo, las cosas no estaban tan fáciles ya que ambos residían en diferentes zonas de Corea, ella en Busan y él en Seúl, además de poseer casualmente dos hijos de las mismas edades y haber pasado por matrimonios desastrozos.

A pesar de todo esto, empezaron una relación y pronto cumplirán dos años siendo pareja. Ese tiempo fue suficiente para que mi mamá decidiera dar el siguiente paso: que convivieramos con Heechul y con su hijo, Jungkook.

Seríamos una nueva familia feliz, decía ella.

En realidad espero que esta nueva etapa de mi vida sea mejor que la que dejé atrás en Busan.

Seúl conocerá a un nuevo Jimin.

Sonriente, me subí sobre mi bicicleta y me dispuse a cruzar la calle. Tomé la decisión de recorrer este bello lugar desconocido para mí. Aunque mamá dijo que de seguro me perdería, soy muy bueno para orientarme.

Sin embargo, cuando mi pie se encontraba en el pedal, unos pasos captaron mi atención. Giré mi cabeza y al ver aquello sentí a mí respiración detenerse y a mi corazón bombear sangre a lo loco.

Piel de porcelana...

Ojos felinos...

Cabello rojo...

No puede ser ¡Qué belleza!

Un omega se retiraba de mi nuevo hogar desprendiendo un fuerte y delicado aroma a limón que enloqueció a mi alfa.

"¿Fue a mi casa? ¿Acaso es una especie de conocido de la familia?", esas eran las preguntas que rondaban en mi mente sin despegar mi mirada de ese chico con apariencia fría e intimidante.

Noté que él caminaba perdido en su mundo e involuntariamente eché a andar mi bicicleta, siguiéndolo por las calles. No tenía idea de porque lo hice. Tal vez porque no quería perderlo de vista.

El omega no parecía percatarse de mi presencia, pero al ver que nos acercabamos a unas zonas bastante inseguras, decidí llamar su atención.

_¡Hey! _Lo llamé y padaleé hasta acercarme a la acera por donde él caminaba.

El pelirrojo bonito cruzó su mirada con la mía y sólo eso basto para que la sangre se me subiera a la cabeza. De frente era aún más perfecto y aunque una capucha le cubría la cabeza no me impedía ver su tierno y redondo rostro.

Era como un gatito y mi alfa no pudo evitar debilitarse ante aquello.

Sin embargo, él simplemente miró a mí y a mi bicicleta de arriba abajo y siguió con lo suyo. No reparó en mi más de tres segundos.

Odio ser omega (Jimsu) Where stories live. Discover now