Capítulo 46

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Narra Jimin.

Cinco meses antes.

Gemidos y jadeos.

Eso era a lo que estaba acostumbrado en la fiestas.

Llegar, elegir a un omega que sea de mi interés y saciar mis deseos carnales.

Me resultaba gratificante seguir al pie de la letra el plan para mis noches, mi forma de divertirme y autocomplacerme.

Un monstruo merodeando por los bosques capturando princesas y príncipes para su deleite. De esa forma podría describirme.

Una de esas tantas noches parecía una fuente de agua, no terminaba en ningún momento, era infinita. Había mantenido relaciones con un castaño muy bonito, tímido y no tan llamativo. Justo de mi tipo.

Luego pasé al sofá donde continue con una chica de largo cabello y piernas suaves, mis besos atacaron sus labios, pechos, todo de ella y mis dedos se infiltraron dentro de su ropa interior.

_Eres muy sexy _La chica me sonrió mientras continuaba explorando su piel con mi boca.

Formé una gran sonrisa, he de admitir que los elogios son algo muy reconfortante.

La noche aún no terminaba y todavía aguardaban muchos omegas por descubrir, por saborear.

Sin embargo, algo pasó o más bien Min Yoongi pasó.

El pelirrojo caminó frente a nosotros con su típico aire de chico malo que me llamaba de maneras inexplicables. Llegó a su grupo de amigos, pero yo no pude apartar mis ojos de él, era un magnetismo.

Los dos habíamos coincidido en repetidas ocasiones, pues su mejor amigo es mi odioso hermanastro y podía afirmar una cosa: Cuando estaba cerca de él sentía una cantidad de emociones que me asustaban.

Me asustaban en demasía.

Se me haría difícil explicar que me sucedió, pero fue como si una fuerza sobrenatural me arrastrara y me obligará a apartar a la omega.

La noche acabó conmigo encerrado en el baño, escondiéndome de ese omega con un poder inimaginable sobre mí.

Min Yoongi, ¿por qué vuelves a mi cabeza si sé que no te puedo tener?

_¿Qué me está pasando? _Me dije al mirarme al espejo.

Remojo mi rostro con el agua cayendo del grifo, observo mi reflejo en el espejo y formo una gran sonrisa.

Después de tanto tiempo ya descubrí lo que me sucedía, no era una enfermedad o algo por estilo.

Se llama Min Yoongi.

Él era el que me hipnotizaba cada vez que notaba su presencia, él que aparecía en mi mente constantemente, el omega imposible que me llevaba a la locura.

Bien, ya no es tan imposible.

No es por presumir, pero nuestros últimos encuentros íntimos me dan buenas señales. Mi alfa está seguro de que de una u otra forma le atraigo.

Odio ser omega (Jimsu) Where stories live. Discover now