Odio ser omega (Jimsu)

Capítulo 22

¿Alguna vez se han sentido como en una película de espías? Es jodidamente emocionante y lleno de adrenalina.

¿Misión? Impedir que Jimin nos descubra siguiéndolo.

Mis amigos y yo nos movemos con sigilo y agilidad a unos metros detrás de Jimin, mientras el mismo camina perdido en su teléfono por todo el bosque.

¿A quién le habla si no hay señal? Esperen, ¿y si es miembro de la CIA y su celular es superior a los demás?

Vamos, es Jimin. De lo único que podría ser parte es del club PGCP "Penes Grandes Cerebros Pequeños".

Los cuatro nos escabullimos como ninjas y nos camuflamos como camaleones entre árboles y arbustos.

_¿Falta mucho? Me duelen las piernas _Se queja Hoseok y los tres lo callamos con un "shh".

_Ya debemos estar por llegar. Espera un poco _Le ordena Namjoon inquieto, al igual que yo.

_Mi vejiga va a explotar si no consigo un baño pronto _Confieza el pelinegro, sacudiendo sus piernas como si estuviera siendo atacado por un ejército de hormigas.

_Si quieres amárrate el pene o algo, pero haz silencio _Niego con mi cabeza y vuelvo mi vista hacía la espalda de Jimin.

Vaya, miren ese trasero. ¿Hará muchas sentadillas? Desearía nalguearlo con una cuchara de...

_¿Qué estás mirando? _Inquiere Jungkook a mi lado, provocando que casi me dé un infarto.

_A Jimin, ¿qué ese no es el plan? _Río nervioso y él decide ignorarme.

Esta es una lección que debo aprender: no debo saborear el postre cuando el plato principal está cerca.

_¡Chicos, chicos, tengo wifi! _Hoseok golpea a Jungkook en el hombro, mientras alza su celular.

_¿¡En serio¡? _Alzo la voz y eso causa que Jimin se dé la vuelta hacía nosotros.

De forma inmediata, nos agachamos detrás de un arbusto y él frunce su ceño algo confundido.

¿Qué miras? Sólo somos un arbusto común y corriente que se alegra de tener conexión inalámbrica.

En ese preciso instante, una música, proveniente de su celular, invade el ambiente.

_Hola, mamá _Saluda Jimin, al atender la llamada.

¿Está hablando con su mamá?

Debe ser una verdadera emergencia para llamarlo tan tarde en la noche.

El pelinaranja cambia su expresión a una más pesada cuando parece que su mamá dice algo que le disgusta.

_Mamá, ya te he dicho que no. Por favor, no insistas más _Pide con voz dura y espera la respuesta de su madre_ .No me importa, te dije que no quiero volver a verlo. Es mi decisión, punto. Es muy tarde, ve a dormir y deja de pensar tanto en él.

Sin más, corta la llamada y con aspecto firme continua el recorrido, dejándonos a mis amigos y a mí quietos en nuestro lugar y con los ojos fuera de nuestro lugar en sopresa.

En un segundo, oímos un escandaloso ruido que viene de un lugar cercano. Decidimos meternos en el mismo camino entre las plantas por el que se había ido Jimin y allí la vimos.

Finalmente, llegamos a la fiesta. Está ubicada en una gran cabaña de madera con luces y música retumbando hasta hacerte explotar los tímpanos.

Nos acercamos más al sitio y contemplamos como el pelinaranja toca la puerta y es recibido por sus amigos con sonrisas y abrazos cariñosos.