Capítulo 28

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¨Un día de cartas y ajetreo¨

La convivencia entre los primos Black realmente no mejoraba, cada vez parecía que no tenían nada en común además del odio mutuo. El tiempo en Azkaban los afecto a ambos en diferentes medidas mientras Sirius Black estaba absolutamente desnutrido y a veces parecía vivir entre los recuerdos del pasado, Bellatrix estaba en prácticamente excelentes condiciones físicas, pero muy alterada mentalmente.

Andrew consideraba que tratar con su madrina era lo tremendamente confuso, parecía ser bastante cuerda en un momento y luego volvía estar teniendo arrebatos como los que tenia cuando se conocieron. Thomas siempre decía que después de varias sesiones con el sanador mental mejorarían, pero la verdad es que el veía más esperanzas en Sirius.

Después de una semana de que Bella quitara el retrato de la anterior Lady Black los preparativos para el traslado de colegio se empezaron a tomar enserio, el papeleo se aceleró y las cartas que debía enviar Andrew a sus amigos se acumulaban. Todo mientras la comunidad mágica seguía tragando especulaciones de ¨El Profeta¨. Andrew realmente no estaba muy impresionado por eso, pero era cierto que con el paso de los días se fue cansando de que el nombre de los Black saliera en los periódicos.

 A pesar de todo Andrew sentía que había un mínimo de tranquilidad en la mansión, actualmente su manada estaba charlando en la sala de estar mientras el se encontraba viendo a la dragoncita y a Agnes perseguirse en el gran pastizal que era parte de la propiedad.

- ¿Cría cuantas ratas te comiste para crecer así?- pregunto Agnes mientras intentaba alejarse de Elena.

- No se que es una rata, pero mi comida era grande- dijo mientras alcanzaba a Agnes.

- Seguro fue un cerdo- dijo Andrew uniéndose a la conversación.

- Entonces me gustan los cerdos- dijo Elena emocionada.

- ¿Cuánto falta para volver a estar en la prisión de niños? Esa a la que llamas escuela- pregunto Agnes deteniéndose para mirar a Andrew.

- Aun falta un tiempo, no estuve contando los días.

- ¿No puedo ir con ustedes?

Andrew lo pensó por un minuto, pero no pensaba que era muy prudente aparecer con un dragón en un nuevo colegio, mas aun al leer que los magos los catalogaban como bestias extremadamente peligrosas.

- Lo lamento Elena.

- Siempre soy yo la que se queda acá- dijo Elena un poco triste- también quiero salir como Agnes.

- Cría tu tienes las ratas mas gordas en este lugar.

- ¡Yo no quiero ratas! Yo también quiero protegerlo.

- Tranquila cría, tu solo preocúpate por crecer mas grande.

- Bien- dijo la dragona resignada.

Andrew procedió a acostarse en el pasto a descansar, después de unas semanas debería enfrentarse a un nuevo lugar de estudios, con suerte no le tomaría mucho tiempo adaptarse. 




El camino continuaWhere stories live. Discover now