Capítulo 7

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Frío, todo el ambiente parecía tener un gran aire de desolación; aunque todas las celdas se encontraran cerca cada criatura se sentía en un umbral de soledad, juraban que aún podían sentir a los suyos. Capaz algunos simplemente alucinaban, tal vez el caso de los lobos era real, pero igualmente podría ser por la separación o la pérdida que sufrieron al llegar al lugar.

El aire casi siempre se sentía pesado, las celda eran oscuras y las paredes tenían una textura áspera, los encargados del lugar no parecían muy organizados, tampoco había indicios de que apreciaran la salubridad.

Todos al llegar poco a poco sentían que perdían más de sí mismo, incluso más que su propia libertad. Algunos acababan de llegar, otros estaban desde hace meses; muchos habían sido capturados en algún bosque, pero parecía ser que a nadie le importaba, muy probablemente gracias que al mismo Ministerio de magia no prestaba mucha atención a las criaturas mágicas.

En el lugar cada criatura tenía su propia celda, solo eran sacadas en contados casos, los que estaban allí por mucho tiempo solo conocían tres casos, el más conocido eran las subastas; luego venia el trabajo forzado y por último, el que llamaron ¨la sesión de gritos¨, nadie sabía que se realizaba en el último, el uno conocimiento que tenían de él era que el que entrara gritaría por varios minuto y probablemente no lo volvieran a ver.

Todos tenían sus propias historias, sus pérdidas y algunos recuerdos cálidos que los hacían anhelar luchar para salir del lugar. Las criaturas iban y venían, pero había un hombre que se mantuvo en el lugar por un largo tiempo junto algunos otros.

- No te atrevas a morir aún Lunático- Dijo un hombre desde su celda.

- No moriré, aún no encontré a mi cachorro.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado hombre?-Pregunto otra persona- Ya hasta debe de estar muerto.

- No arruines el sueño de Lunático-Dijo el hombre- debe ser lo que se dice todos los días para aguantar- Susurro lo último.

- Mi cachorro debe estar vivo, yo lo siento, sé que está en alguna parte.

- Ni siquiera preguntare como lo sientes, tampoco te diré de probabilidades, pero deberías dejar de lloriquear y comer lo que recibimos hoy, estas así de lamentable por agredirlos- Dijo la persona.

- Fue la culpa de ellos por hablar de más- Dijo Lunático.

- Solo come hombre y mantente fuerte, ambos sabemos que mientras estemos fuertes no subiremos a ese escenario.

-Pero...

- ¡Cállate y mastica! ¿No crees que tu cachorro querría que comieras?-Dijo la persona de la celda junto a él mientras le tiraba otro pan.

- No debías...gracias- Contesto Lunático agarrado el pan.

- De nada, pero juro que si no te tragas el pan lo vas a lamentar, al menos debes descubrir en qué clase de persona se convirtió tu cachorro- Dijo la persona seriamente- Tu saldrás de aquí, yo lo sé.

El camino continuaWhere stories live. Discover now