Capítulo 29

219 30 0
                                    


Una ventisca soplaba cuando se bajaron del gran barco, sus abrigos de piel se sentían tan apretados, el sombrero de Alan se cayó en el viaje. Luis sonreía cada vez que veía a más magos con túnicas rojo sangre, el creía que era el color perfecto para la lucha y la fortaleza, mientras que Nicolás seguía diciendo que Luis era un idiota y medio porque al menos el color si ayudaba en algo.

Instituto Durmstrang, Escandinavia a la que Andrew hubiera asistido desde un principio. Desde que subieron a ese barco y se separaron de parte de la manada se sintió triste y un poco libre al mismo tiempo. Era tan contradictorio que se quería odiar por sentirse feliz de dejar Hogwarts cuando estaba dejando a sus compañeros de Slytherin, cuando estaba dejando a Abel y Ana, pero no podía evitar sentir que parte de la presión se iba, no habían susurros cada vez que caminaba, era mágico dejar de controlar tanto sus emociones.

Durmstrang era un lugar nuevo, Andrew sentía que tendría tantas cosas a las que volver a acostumbrarse, pero aquí no era ¨el niño que vivió¨.

- ¿Alguien me puede relevar? Ya me canse de atajarle el pelo a Alan- dijo Nicolás mientras veía a Alan vomitar.

- Odio el vomito, si no quieren que ambos vomitemos no cuenten conmigo- dijo Luis haciendo un gesto de asco.

- No es mi culpa marearme en los barcos- dijo Alan mientras lloraba.

- Yo lo hare- dijo Andrew- Alan, ¿quieres agua?

- ¡Quiero bajarme!- intentaba parar de vomitar, pero al no lograrlo lloraba mas fuerte.

- Nunca vi a alguien que llora mientras vomita. Es asqueroso.

- Déjalo en paz Luis.

- Pronto llegaremos Alan.

- Dijiste eso desde que nos subimos. Te odio Nicolás, siempre me mientes.

- Yo también lo odio, siempre come lo último de todo. La última porción de pizza, el último postre en la mesa- se quejó Luis- a veces pienso que lo hace apropósito porque me mira antes de tomarlo y comérselo.

- Es porque lo hago- dijo sonriendo Nicolás.

- ¡Dejen de hablar de comida!- gritó Alan- hacen que el estómago se me revuelva más.

Un estudiante alto y robusto se acercaba a una pared, paso su mano por los ladrillos y con su varita tallo una runa, cuando se alejo apareció una puerta la cual abrió para adentrarse en un cuarto lleno de cuadros que se movían y conversaban entre si

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Un estudiante alto y robusto se acercaba a una pared, paso su mano por los ladrillos y con su varita tallo una runa, cuando se alejo apareció una puerta la cual abrió para adentrarse en un cuarto lleno de cuadros que se movían y conversaban entre si.

- Viktor querido, me alegro de que la practica terminara justo a tiempo- dijo el director invitándolo a sentarse- hoy vienen alumnos nuevos, que cursaran su segundo año.

Vikto asintió, ya había pasado por esto, era muy seguro que su mañana se resumiera en mostrar los alrededores a un nuevo grupo de niños, responder preguntas sobre Grindelwald y pedir a las estrellas que no le preguntaran sobre el equipo junior de quidditch.

- Estaría encantado si pudieras hacerles un recorrido, como sabes esto te ayudara a subir tus calificaciones de...

Viktor se desconecto, siempre era el mismo discurso con el director, lo triste es que siempre terminaba aceptando porque enserio necesitaba esos puntos. A veces los recorridos infernales eran los que lo hacían pasar la materia, días como estos eran en los que Viktor deseaba ser mejor en los estudios.

- Comprendo director. Seria un gusto guiar a los nuevos.

- Bien dicho muchacho, sabia que no me decepcionarías.

Mientras caminaba hacia la salida podía escuchar a los cuadros hablar de el ¨Bueno, cuando alguien esta desesperado no puede negarlo¨, ¨Yo no lo veo desesperado¨, ¨Vamos, su sudor huele a desesperación¨, ¨Por Merlín, ninguno podemos oler, somos cuadros¨, ¨Si pudiera, el olería a barro y desesperación¨ 

Viktor se sintió un poco ofendido, pero no había nada que negar después de todo se estaba dirigiendo a su habitación para estar presentable para los futuros estudiantes.

Viktor se sintió un poco ofendido, pero no había nada que negar después de todo se estaba dirigiendo a su habitación para estar presentable para los futuros estudiantes

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Draco, dios- dijo Ana- ¿Qué le paso a tu brazo?

- Si Draco, tienes un horripilante moretón- dijo Theodore dejando su libro de lado- verdaderamente horrendo.

- Los Weasley.

- Esto promete a chisme- dijo Blaise- ¿Qué te hicieron los pelirrojos?

- Mi padre y el padre de Weasley comenzaron a pelearse cuando estábamos comprando nuestros libros, se empezaron a tirar insultos y luego se golpearon como muggles.

- ¿Y tu como terminaste así?- pregunto Ana- No te metiste como estúpido ¿Verdad?

- ¿Por quién me tomas?- dijo ofendido- yo fui un daño colateral, mi padre creo que me intento apartar, pero uso mucha fuerza y fui tirado contra el mugroso suelo.

Blaise no se pudo contener al imaginarse al perfecto y pulcro Draco Malfoy siendo empujado contra el suelo y empezó a reír recibiendo una mirada fulminante del rubio.

- No es gracioso Blaise, mi espalda me sigue doliendo y tengo que mirar a todos esos pelirrojos cuando fui el único que salió lastimado. No solo mi cuerpo, mi orgullo también salió herido.

- No llores Draco- dijo Theodore.

- Y eso no es todo, se volvieron a multiplicar; había otro Weasley. Ahora me dan miedo no se donde se esconden todos, ojalá el próximo año no aparezca otro mas.

- Dime que al menos no todo tu día de compras termino en desastre- dijo Abel.

- Bueno a pesar de mi horrible estado, pude hacer una muy buena y cara compra. Compre un cuaderno de doble vía. Uno lo tengo en mi baúl y el otro se lo envié a Andrew, espero que de esa forma no tengamos que sufrir los problemas de correspondencia.

- Eso es lindo y generoso de tu parte- dijo Ana.

- Soy generoso y amigable.

-Una vez te peleaste con alguien por dañar tu ropa.

- Ni siquiera le cobre por dañar mi ropa, lo considero suficientemente generoso.

- Bueno chicos y señor generoso me tengo que ir a cambiar, deberían aprovechar y hacerlo también mientras me voy- dijo Ana.

- No es una mala idea, no vemos luego- dijo Abel.

El camino continuaWhere stories live. Discover now