El camino continua

Capítulo 24

                                                                

- Alfa, lo extrañamos tanto, nos alegra que todo saliera bien- dijo Ana.

- Bueno, yo no diría ...- dijo Nicolás.

- Deja de arruinar el momento- dijo Luis- ya tendrás tiempo para hacerlo luego.

- No me tientes Luis, si tanto quieres pelear hagámoslo ahora- dijo Nicolás- siempre hablas sobre tu gran destreza, lo fuerte que eres, probémoslo.

- No empiecen, apenas estoy con ustedes y ya actúan así- dijo Andrew cansado.

- Perdón- dijo Luis apenado.

Ana empujo levemente a Nicolás para que dijera algo y sin mas remedio tuvo que disculparse también sin muchas ganas.

Justo cuando las cosas se estaban calmando Sirius Black entro en la habitación a paso lento, parecía que odiaba interrumpirlos, pero al mismo tiempo se veía encantado de ver a Andrew.

_Tus ojos son iguales a los de ella_ pensó Sirius.

- ¿Cómo estas Sirius?- pregunto Andrew bajo la mirada de todos- ¿Has tomado tus medicamentos?

- Tome las medicinas recién, me siento muy agotado- respondió Sirius.

- Debe ser por todo lo que pasaste hoy- dijo Andrew.

- ¿Qué pasara de mi?- preguntó Sirius.

- Señor Black, usted debería enfocarse en sanar antes de hacer más planes, debe mejorar, solo preocúpese de eso- dijo Thomas.

- Yo estoy bien, no soy ningún loco- dijo Sirius.

- No eres un loco Sirius- dijo Andrew.

- Pero no puedes hacer ningún plan hasta que usted este totalmente recuperado- dijo Thomas.

- ¿Qué se supone que haga mientras tanto?- preguntó Sirius.

- Puedes convivir con Bellatrix- dijo Thomas- ella también se estará recuperando.

- Con esa lunática ni loco, la maldición Black no me a afectado como para convivir con esa- dijo Sirius.

 - Sirius deberías aprender a tolerarla, la veras mucho por aquí- dijo Andrew- por cierto, ¿Dónde esta ella ahora?- pregunto a uno de los elfos.

- La señora Black pidió a Luz que la llevara un rato a recoger cosas de la casa de los Black, no dejaba de gritar para que alguien la lleve- dijo el elfo.

- Espero que no traiga nada raro- dijo Andrew rascándose la cabeza.

- Si es la casa de mis padres podría traer cualquier cosa, esa casa tenía desde hechizos hasta maleficios, pero nada era tan malo como el retrato de mi ma...

En ese momento se escucho el sonido de una aparición y la voz de una mujer gruñona salió a resonar por todo el cuarto.

- ¡Pestes y alimañas!, no puedo creer que alguien de mi familia este viviendo en esta pocilga, miren ese polvo, esas telarañas en ese feo techo. Los cuadros que no combinan con el ambiente- dijo la señora hasta que se fijo en las personas que estaban en la habitación- pero miren aquí hay algo que tampoco combina, mi querido hijo traidor de la sangre.

- Madre- susurro Sirius.

- La pequeña Bella me trajo para conocer y tal vez orientar al joven Lord de la familia, pero lo primero que me encuentro es tu cara de sucio traidor. 

- Yo no les hice nada, no les debo nada- dijo Sirius.

- Exacto no hiciste nada, cuando tu hermano desapareció no hiciste nada, cuando tu padre no sabia que hacer con la familia no hiciste nada, ¡nunca haces nada cuando se trata de la familia! Pero para los idiotas seguidores de Dumbledore siempre estas, para todos los pobres muggles y ¿nosotros que? 

- Disculpe señora- decidió intervenir Andrew.

- ¿Y tu quién eres? Eres acaso otro maldito sangre sucia que se atreve a estar en mi presencia, púdrete tu y todos los que...

- No debería hablar así

- Un hablante

- Soy el joven Lord de los Black- dijo Andrew haciendo un leve destello en sus cabellos.

- Metamorfomago, la herencia de los Black, pero viendo lo leve que fue no debes de soltar tanto esa parte de ti, es una verdadera lastima. Después de todo debo agradecer a Bella por traerme aquí, me necesitas con desesperación, cuélgame en algún lugar niño y tráeme a mi elfo, no soporto ver a tantos elfos extraños.