Siempre fuiste tú

CAPITULO 17

Pov: Atenea

Abro la puerta y veo a Alex dando vueltas en su silla, al verme se detiene.

— Entra princesa y cierra la puerta.

Me siento frente a él y subo los pies a la silla como cuando era niña.

— Ok dime de qué querías hablar— hablo yo primero.

— Te sigues tomando tus medicamentos para...

— Si Alex, me sigo tomando mis medicamentos.

— ¿Estás segura? Hace rato te vi mi amor, y otra vez estás empezando a autolesi...

— ¡Estoy bien si! — me exasperó

— No uses ese tono conmigo— me riñe.

— Pues entonces deja de traerme como una jodida cría enferma.

— Yo solo...

— Se que solo quieres lo mejor para mí, pero ya no soy una niña Alex.

— Pues entonces deja de comporte como una— se levanta molesto y se acerca poniéndose en cuclillas frente a mi— Te está buscando de nuevo A, dice que quiere arreglar las cosas contigo.

Un frío recorre mi cuerpo, el enojó surge y me tensó completamente.

— No, no quiero, no lo quiero ver, no quiero, NO— de nuevo me empezó alterar.

— Hey hey tranquila, solo te comentó lo que pasó— empieza acariciarme el cabello.

— ¿C-cómo fue que supiste?

— Fue a un restaurante de Sara en los Ángeles, buscaba hablar con ella, obviamente no la encuentro pero le dejo el mensaje con el encargado del lugar y él se puso en contacto con ella en la mañana.

— Ya no quiero huir de él, pero tampoco lo quiero ver aún — murmuró.

— Todo a su tiempo pequeña, nadie sabe que estás aquí en Londres y si tú así lo quieres así seguirá, yo solo quería comentarte para que estuvieras enterada— se levanta y hago lo mismo.

— Te amo, te amo mucho gracias por todo lo que haces por mí, perdóname por mi actitud de hace rato— lo abrazo y al igual que en todos los años pasados me siento segura.

— No te preocupes, todo estará bien princesa— me da un beso en la frente— todo estará bien— murmura.

Nos quedamos un momento abrazado pero su celular suena y recuerdo que debo ir a trabajar.

— Tengo que irme, te veo luego, no olvides comer y ser más puntual — le doy un beso y salgo de ahí.

Después de ponerme el uniforme, voy rápidamente hacia el campo de entrenamientos. Al llegar visualizo al coronel, el cual está vestido de la misma manera que yo, se encuentra hablando con Patrick, Parker y Simón, voy hacia ellos mientras busco a Emiliano con la mirada.

Cuando creo que no lo ha traído, escucho unos gimoteos de molestia por parte de Emiliano, y entonces lo veo sentado bajo un árbol pero no está solo, una de las sargentos está tratando de tomarlo en brazos a lo que él se niega.

Me acerco y cuando el pequeño me ve trata de venir a mí, pero la mujer lo toma fuerte del brazo impidiéndoselo, cosa que me hace enfurecer en segundos. Ella no me ha visto porque está de espaldas.

— Sargento deje al niño y vaya a su tropa que estamos por empezar— la llamo en tono fuerte sobresaltándola.

Se gira molesta y logro reconocerla. Es Irina Vargas, una de las tantas mujeres que Christopher se ha cogido.