CAPITULO 16

8.7K 476 53
                                    

Pov: Atenea

Las embestidas que me da cada vez son más fuertes, mis piernas tiemblan, mi espalda se arquea y no puedo hacer otra cosa que no sea gemir. Siento que me va a romper en dos sin embargo no quiero que pare.

Con un ágil movimiento y sin salir de mi me gira haciéndome quedar arriba.

— Muévete nena— Sus manos agarran mi culo impulsándome para comenzar a moverme.

— Chris...— jadeo brincando y trazando círculos sobre su polla, en esta posición soy más susceptible a su tamaño.

Me empieza a lamerme las tetas, su erección toca un ángulo exquisito y exijo más saltando, buscando mi liberación. Mis ojos se cierran a medida que me acerco a otro nuevo orgasmo, siento como me contraigo alrededor de Christopher dejándome llevar por mi orgasmo, él me da un par de penetraciones más, hasta que siento un líquido caliente llenarme. Me dejó caer en su pecho, él me abraza de la cintura aún sin salir de mí y nos quedamos en esta posición hasta recuperar el aliento.

Después de unos minutos me levanta para salir de mí y al hacerlo un gemido se me escapa.

— ¿Te lastime? — pregunta.

— No solo sigo un poco sensible por los orgasmos.

Veo que cierra los ojos con intención de dormirse,

— Hay que bañarnos.

Intento de levantarme pero las piernas me tiemblan aun provocando la risa de Christopher. Me toma en brazos llevándome al baño, me deja al borde de la tina y abre la llave para que se llené.

Después unas caricias, besos y orgasmos salimos del baño. Christopher se negó a qué nos pusiéramos ropa así que estamos desnudos acostados, yo acostada encima de él, haciéndole pequeñas caricias en su pecho.

— Chris— lo llamo sin verlo.

— Hum.

— ¿Si dejas a Emi salir un día conmigo?

— No, ya duérmete —levanto viéndolo ofendida.

— Christopher.

— Nena seguro ya se le olvidó— supiera cerrando los ojos— Y si no te vas a abrir de piernas otra vez deja de moverte.

Se que esto es muy infantil pero no puedo evitar hacerlo. Me quitó de encima y me acuesto dándole la espalda también le quitó la cobija dejándolo desnudos y destapado en el otro extremo de la cama.

Suspira pesadamente.

— ¿Quieres dejar de hacer pataletas sin sentido? — trata de apartar la sábana.

— No cállate y duérmete.

— Ya te pareces a Emiliano— intenta abrazarme de la cintura nuevamente pero le aparto la mano — Pueden ir un sábado o Domingo, ahora ven y deja el maldito drama— tira de mi cintura y en esta ocasión cedo feliz.

Me acomodo como estábamos hace unos minutos y le doy un beso en la mejilla.

— Que fácil era decir eso desde un principio mi vida— tuerce los ojos con fastidio— hay que dormir.

Le doy un último beso y nos quedamos dormidos.

✿ -------------------- ✿ ----------------------- ✿

Odio los lunes, odio todos los días en general pero más los lunes.

Llevo toda la mañana escuchando a los tenientes y capitanes hablar sobre sus avances, los cuales no son muchos, han bajado su rendimiento en los entrenamientos cosa que tiene enojados al coronel y a Gauna los cuales no dejan de despotricar hacia ellos cada que tratan de excusarse.

La puerta se abre dándole paso a un Alex furioso, todos se callan abruptamente y nos levanta hacerle el saludo correspondiente.

— Llega tarde ministro— digo y parece molestarse aún más, pero a ver qué fui yo sé calma.

Se acerca hasta mí y me da un beso en frente —Buenos días princesa, al terminar me acompañas a mi oficina, porque tú y yo tenemos que hablar— lo último me lo dice muy serio.

A pesar de que ya no estoy chiquita me asusta cada que me dice eso en ese tono porque significa problemas.

— ¡Ahora alguien me puede explicar en qué momento mi ejército se volvió un grupo de incompetentes! — camina por toda la sala.

Dejo de prestar atención a lo que les grita, no puedo de dejar de pensar en lo que me quiere decir, necesito calmarme pero no puedo.

Inconscientemente empiezo a arañarme mientras froto de manera excesiva mis manos. Las voces se empiezan a escuchar muy lejos y con eco, escucho que me llaman pero no me puedo mover.

— ¡Atty! — unas pequeñas manitas en mis mejillas logran hacerme reacción.

— ¿Comandante se encuentra bien? — pregunta Gauna.

Todos me voltean atentos pero Christopher y Alex me ven preocupados.

— S-si discúlpenme solo me distraje un poco— digo rápidamente y centro mi atención al pequeño — Hola bebé, no te vi llegar— lo siento en mi regazo y le beso sus cachetitos.

— Comandante le estaba diciendo que usted y el coronel se encargarán de supervisar las tropas de los capitanes, ¿Queda claro?

Estoy por replicar pero su mirada me detiene — Si general.

Continúan hablando unos 10 minutos, me entretengo meciendo a Emi y haciéndole cariñitos en su cabeza los cuales el recibe gustoso. No sé qué tiene este niño pero todo en el me transmite paz.

— No quiero más fallas ¿Entendido? — pregunta el ministro, y todos contestan — Ahora largo de aquí pónganse a trabajar.

— Te espero allá Atenea— me dice llama Alex antes de salir.

— ¿Todo bien nena? — se acerca Christopher a mí.

— Si

— ¿Qué pasó hace rato?

— Nada solo me distraje un momento eso es todo— me enojo de hombros, guardo mis cosas y me levanto con el niño aún en brazos.

— Bebé me tengo que ir — le digo al niño y hace su puchero habitual.

— ¿Puedo il cotigo?

— Me temo que no amor— su puchero no desaparece.

— Nosotros también nos tenemos que ir Emiliano, andando— le dice Christopher y hace el intento por tomarlo pero él pequeño se niega aferrándose más a mí.

— Bebé tu papá y yo trabajaremos juntos hoy, ve con él corazón yo ahorita los alcanzo, solo tengo que arreglar un asunto con tu abuelito.

— ¿Y si papá no me quiele lleval? — pregunta tratando de no llorar.

— Si papá no quiere llevarte me haré un espacio en el día para ir a verte— le doy un besito haciéndolo sonreír, le tendiende los brazos al coronel.

— Ahorita los veo— salgo rápidamente hacia la oficina de Alex preparando para lo peor.



ES LA PRIMERA VEZ QUE ESCRIBO ALGO +18, ESPERO QUE LES GUSTE, GRACIAS POR TODO EL AMOR QUE LE HAN DADO A ESTE FANFIC.

¿QUÉ TAL LES ESTÁ PARECIENDO?

SI TIENEN ALGUNA SUGERENCIA NO DUDEN EN DEJARLA 💗

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora