Lu Bixing regresó justo en ese momento y, por desgracia, escuchó todo aquello. Durante el tiempo que pasó ajustando el diagrama de la estructura interna del mecha, los niños ya le habían deshonrado, así que se apresuró a echarlos. - Fuera, fuera, no estorben. -

Levantó la vista y se encontró con los ojos de Lin Jingheng. Rápidamente apartó su mirada, usando como razón el volver a mirar hacia abajo para hablar con sus alumnos, temeroso de volver a mirar en esa dirección.

Ayer, en una nebulosa, Lu Bixing había olvidado que los mechas no eran lo mismo que la tierra firme, y tenía una red mental que llegaba a todos los rincones. Aunque al final Lin Jingheng no pareció actuar de forma diferente con él, había estado alerta toda la mañana. Sólo sentía que si su astuta mano era vista por el objetivo... entonces las cosas serían imposibles de explicar.

Empuñó su mano culpable con incomodidad, pensando: "¿Para qué te necesito? Sólo me metes en problemas".

La comisura de los labios de Lin Jingheng se movió ligeramente, mostrando un pequeño y oculto atisbo de sonrisa. En realidad no vio nada. Como no había antibióticos, tuvo que soportar toda la carga sólo con su sistema inmunológico, su temperatura corporal aún no había bajado del todo. La primera noche, estuvo en un estado casi medio desmayado; su atención estaba repartida en vigilar fuera del mecha, sólo lo suficiente para estar en alerta constante y listo para emergencias.

Miró la espalda rígida de Lu Bixing y sorprendentemente descubrió que incluso el habitualmente desvergonzado Lu Bixing tenía momentos de vergüenza.

Era porque le había visto llorar, ¿no?

Lindo, pero también un poco lamentable.

Entonces Lin Jingheng olió el humo. Expresó con frialdad, sin volverse siquiera para replicarle. - Es de sentido común que los objetos inflamables y los sprays estén prohibidos en los mechas. Si tienes tantas ganas de fumar, sal de una puta vez y podrás fumar todo lo que quieras. -

Halcón Tuerto pudo ver que su herida estaba recién cosida, y tenía dificultades para moverse, así que le sopló un anillo de humo en la cara, sin miedo. - Ah, comodoro Lin, hacía una noche que no nos veíamos. Me complace ver que está vivo y coleando. -

Lin Jingheng se adelantó unos pasos sin decir palabra. El Halcón Tuerto pensó que estaba pasivamente dispuesto a retroceder, y se sintió complacido por ello. Con un cigarrillo en la boca, inhaló una profunda dosis de nicotina. Pero lo que no había esperado era que, antes de que el humo pudiera entrar en sus pulmones, sonara una alarma en su cerebro. El era un mercenario, muchos años metido en peleas lo convirtieron en un hombre de instinto, retrocedió medio paso al instante, esquivando por poco el chorro de agua que salía a borbotones del bebedero. Pero el cigarrillo ya se había apagado.

Algunos olvidan quién manda cuando no reciben una paliza.

. - ¡Hijo de puta! - .

. - Tú lo eres. -

Tras una pelea verbal en toda regla, Lin Jingheng desplegó el mapa de rutas subterráneas y lo abrió como si nada, agitando el viejo gato persa. - Hay tres pasajes subterráneos registrados en la estación espacial, que parten del límite de la Séptima y la Octava Galaxias. Se extienden hacia regiones extraterritoriales en tres direcciones distintas, y tienen más de mil puntos de transferencia ilegal, tu Octava Galaxia tiene un ecosistema de contrabando tan desarrollado que es, literalmente, la industria pilar. He rodeado los tres puntos de transferencia más cercanos a nosotros, echa un vistazo y comprueba si son fiables. -

No se podía andar con tonterías cuando se trataba de transferencias interestelares: la broma se acababa cuando había un agujero negro. En las zonas de actividad humana, había una red de transferencia masiva, y cada punto estaba emparejado con una coordenada interestelar. En términos normales, "transferirse" era saltar entre esos puntos en función de tus reservas de energía y la capacidad de tu mecha. A veces, había alguna desviación debida a interferencias o al estado del piloto. Las desviaciones no superiores a una milésima de UA* se consideraban aceptables.

Can Ci Pin | The Defectives (Book‌ ‌1‌ ‌-‌ ‌Planet‌ ‌of‌ ‌Desolation‌ ‌)Where stories live. Discover now