Can Ci Pin | The Defectives (Book‌ ‌1‌ ‌-‌ ‌Planet‌ ‌of‌ ‌Desolation‌ ‌)

Capitulo 31

Pero Halcón Tuerto no aceptó su gesto de buena voluntad.

Al oír esta frase cercana al significado de "estoy soltando al perro para que muerda", las cejas de Halcón se alzaron, casi sobrepasando la línea de su cabello. - ¿No son sólo unos mierdecillas? ¿Tenías que alardear a nivel galáctico? Lin Jingheng, ¿no puedes vivir sin hacer un espectáculo? -.

Lin Jingheng respondió fríamente. - Su Excelencia ve lo que uno piensa en su corazón. -

Al otro lado, Cow se había recuperado de su sorpresa. Este hombre delgado, pero desgraciadamente no bien parecido expresó una valentía impresionante bajo la amenaza de ocho misiles. Lanzó un mensaje de voz inmediatamente. - ¡Pffft, tengo tres mil hombres más, moriríamos antes de rendirnos! -.

Lin Jingheng soltó una risita. - ¿Vas a darme tres mil prisioneros? Eso es muy educado de tu parte, me sentiría avergonzado. -

Lu Bixing. - ......-

Sin tener en cuenta la fuerza mental del Comodoro Lin, este hombre normalmente reservado era sorprendentemente eficiente en la batalla, ni siquiera se inmutaba lo más mínimo cuando luchaba tanto contra el enemigo como contra su propio aliado.

Justo cuando Lu Bixing estaba sacudiendo la cabeza por la exasperación y la hilaridad, Lin Jingheng le miró una vez. Por una fracción de segundo, el corazón de este ex-comodoro de la Unión se estremeció hasta el fondo, dudando de que debiera tener una imagen terrible a los ojos de Lu Bixing.

No era respetuoso con los viejos ni amable con los jóvenes, tenía un carácter de mierda y disfrutaba siendo sarcástico.

Pero ¿Qué solución tenía? En su larga vida militar, actuar y fingir se había convertido en una parte indispensable de su vida.

En la Primera Galaxia, a nadie le importaba cuántas batallas libraban los comodoros, a cuántos piratas aniquilaban, o qué teorías militares y conocimientos de defensa tenían... el prestigio lo era todo. Podía ser elogio o infamia, incluso estaba bien que los medios de comunicación se hicieran eco de sus trapos sucios. Lo único que necesitaba era no ser olvidado por el pueblo, que había disfrutado de paz durante más de dos siglos.

Porque Wotto necesitaba a alguien como él. El Consejo de la Unión necesitaba a un dictador despiadado, ambicioso, que diera la imagen de ser alguien a quien nadie pudiera hacer nada. Necesitaban a alguien que pudiera ser utilizado como antagonista público.

La Unión era "igual y libre". ¿Qué podría usar la Unión igual y libre para impedir que las Siete Galaxias tuvieran autonomía militar? No tendría sentido, así que necesitaban un villano así en la superficie. Tenía que ser lo bastante poderoso como para mantenerlo todo bajo control, tenía que ser capaz de mantener el odio centrado en él, debía ser responsable de que el centro de la Unión dijera "impotente" a la gente: "A él tampoco podemos hacerle nada. Pero no le tenemos miedo al poder y luchamos constantemente contra él".

El consejo necesitaba un antagonista con mano de hierro, y el Comité Militar lo necesitaba como sucesor de Lu Xin, como mascota para equilibrar las desavenencias internas del ejército. En estos años, gastó toda su energía en mantener esa imagen, a la deriva entre todos los partidos.

¿O cómo, si no, pudo alguien tan joven como él, que no llegaba a los cien años, ascender a una posición tan elevada?

¿Podrían haber sido sus extraordinarias habilidades?

Desde que abandonó la Unión, en los últimos cinco años, Lin Jingheng había deseado en innumerables ocasiones deshacerse de esa "imagen" que le encadenaba y reencontrarse consigo mismo, enterrado vivo en el pasado.