Capítulo XLI

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Por fin.


Seguí mirando el cielo aclarar lentamente, hasta que finalmente ya era de día nuevamente. Apenas tenía dos días en este lugar y mi cuerpo parecía estar en sus peores condiciones, mi vejiga quiere explotar, por lo que me ha dicho Omar, tengo que rendirme para que me dejen ir al baño.

Ahora me encuentro aquí, esperando a que me dejen sola para poder hacerme encima con privacidad.

Sentí ruidos en el piso de abajo, me extrañé, pero no dije nada. En cambio, los dos hombres que se encuentran conmigo se despiertan de golpe y sin siquiera mirarme salen de la habitación preparando sus armas y yo me alteré ante aquello.

¿Qué demonios sucedía abajo?

James y Omar entran corriendo y cierran la puerta con fuerza detrás de ellos. El primero me mira y me apunta con su arma.

── Hasta aquí llegaste, muñeca. ──Me dice quitando el seguro al arma. Yo trago saliva fuerte, preparándome.

Cuando está a punto de disparar, Omar lo detiene. James bufa con fastidio.

── Ella quería morir ahogada. Que lo haga.

Con rapidez ellos se ubican a cada lado de la silla y la levantan. Veo el balde frente a mí y levanto una ceja.

── Los veré en el infierno. ──Les digo con una sonrisa burlona.

── Ya quisieras. ──Dice Omar.

Me voltean, caigo de cabeza dentro del balde, el golpe me hace jadear, y al mismo tiempo, tragar más agua. Debido a que quedé en una terrible posición no puedo tratar de irme de lado. Supongo que, si no fuera por el agua, se vería claramente que estoy llorando, de frustración, de ira, de todo.

Mis ojos se cierran, llevándose consigo aquellos ojos verdes que me encantaron desde el primer momento.

Por fin podré tener paz. ──Pensé con tristeza.


(...)


Tanteo mi cabeza a ambos lados, estoy en una especie de cama, supongo. Luego de haber estado en aquella silla esto se siente como estar en las nubes, muevo un poco mis piernas y brazos, confirmo que ya no estoy amarrada por ningún lugar.

── Alexandra. ──Escucho a alguien llamarme.

Trato de moverme, pero todo me duele y me hace protestar, al intentar hablar mi garganta protesta, pero aun así me fuerzo.

── ¿Dónde carajo estoy?.

Estoy en una habitación completamente blanca.

¿Estoy en el cielo?

Parpadeo un poco para observar a mi alrededor, sólo veo una habitación completamente blanca que hace que mis sospechas de que estoy en el cielo, crezcan. Cuando escucho el aparato que mide mi pulso, caigo en cuenta que estoy en el hospital. Me pregunto cómo habré llegado aquí, y al no tener recuerdos de mi trayecto al hospital, entro en pánico por no saber nada de lo que está ocurriendo. Alguien aprieta mi mano y me altero aún más.

── Tranquila, soy yo. ──Dice Camilo. El padre de Derek── Tranquila ellos no están aquí, me tomó más de lo normal en encontrarte, pero lo logré.

── Yo... ──Toso cuando siento mi garganta arder al intentar hablar.

── Descansa un poco tu garganta, tranquila.

Máscara Inefable (Saga Disfraz #1)Where stories live. Discover now