Capítulo XXX

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Perdiendo el Control 

Miro el techo como si en él están las respuestas que necesito. 

¿Por qué con Derek? ¿Por qué me confunde tanto? ¿Por qué quiero abrazarlo a él y no a mi novio?

Lo odio, lo odio por confundirme, por herirme y hacerme tan feliz al mismo tiempo. Lo odio porque me vuelve un caos y no puedo controlarlo. ¿Por qué demonios tengo que ser tan mala?Mi celular suena y suena sin parar, pero ni me molesto en ver quién diablos es. Me siento en el piso recostada en una pared con la tercera botella, al destaparla recuerdo todo lo que tuve que pasar para poder dejar de ser adicta a esto, por más que trato de encontrar mi lado racional para poder parar de beber, lamentablemente ya estaba perdida en algún rincón de mi mente, y lo peor es que ni siquiera lo quiero encontrar.

Cuando el celular vuelve a sonar indicando otra llamada entrante, en esta ocasión si me levanto algo torpe para atender, ya que por la canción que está sonando sé que se trata de Jessica, quien se auto cambió su tono de llamada exigiendo ser especial.

Tomo mi celular mientras tomo otro trago y contesto.

── Hoooola. ──Saludo largamente y suelto una carcajada sin poder evitarlo.

── Alexandra, ¿estás bebiendo? ──Su voz preocupada me hace reír aún más── ¿Dónde estás? Ryan te está buscando como loco.

── Nah. ──Bufo divertida── Estoy en mi lugar feliz.

── ¿Y dónde queda ese lugar feliz?

── En tu corazón. ──Respondo logrando que suelte un suspiro cansado.

── Está diciendo locuras, Ryan. ──Habla Jess alejándose un poco del celular── No me quiere decir dónde está.

Escucho vagamente como ella y Ryan discuten sobre dónde puedo estar mientras sigo bebiendo. Entonces él se pone al celular.

── Alexandra. ──Me llama Ryan serio── Dime donde estas, ahora.

Habla despacio, pero con firmeza, me empiezo a reír al imaginármelo con su ceño fruncido y con la nariz ligeramente arrugada.

── Estoy en tu corazón. ──Rompo a carcajadas ante mi propio chiste.

── Por el amor a Dios. ──Exclama perdiendo la paciencia── Dime en este maldito momento donde estas.

── Uy, que gruñón.

── Alexandra... ──Por su tono sé que ya no tiene ni una gota de paciencia.

── En el estudio.

── No te muevas de allí. ──Me ordena y cuelga.

Miro el celular con diversión ajena a su mal humor, sigo tomando de la botella mientras comienzo a cantar una canción en japonés de un anime que me gustó mucho. No me sorprendería que apareciera un demonio detrás de mí preguntándome para qué lo invoqué tan temprano.

Para cuando escuché que tocaban la puerta con agresividad, ya me había acabado la tercera botella y me reía por todo. Me acerco a la puerta que no para de ser golpeada.

── ¿Quién es? ──Canturreo, divertida. ──Pregunto entre risas── ¿Quieres tener sexo con la puerta? ¿Así de grande la tienes?

Se escucha como alguien reprime una risa y me doy cuenta de que no está solo y como la curiosidad pudo más conmigo, abro la puerta antes de que Ryan pueda protestar. Observo como Mars y Jessica me observan entre divertidos y sorprendidos mientras que por otra parte Ryan está enojado. Soy consciente de que mi estado natural, no hubiese permitido que ellos estuvieran aquí. Es un lugar muy personal para mí y pocos tienen ese privilegio. A parte, la idea de que Mars le cuente todo a Derek, me pone algo nerviosa.

Máscara Inefable (Saga Disfraz #1)Where stories live. Discover now