No está bien

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Oficialmente es el penúltimo episodio de esta historia.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XXVII

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"Creo que, a pesar de todo, fui feliz junto a ti"

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Cerró la puerta con un golpe suave, y al ritmo de su propia respiración dio pequeños y contados pasos hacia el interior de su habitación. La oscuridad bañaba todo y sólo era débilmente interrumpida por la luz de la luna que se colaba por las ranuras de las cortinas. En realidad, no recordaba muy bien cómo había logrado regresar a casa, luego de su conversación con Sasuke, su entorno se había vuelto ligeramente surrealista, cómo una pintura abstracta que no lograba entender del todo. Ninguno de los dos había pronunciado algo demasiado significativo al terminar de derramar sus lágrimas y sólo se sujetaron fuertemente el uno al otro, como si mantenerse en una sola pieza dependiera completamente de quedarse unidos de aquella forma. La petición de su querido gato seguía latente en su cabeza, esa súplica que jamás esperó oír de sus labios le había roto el alma en más de un sentido.

Desde el inicio, su encuentro estaba destinado a ser una gran tragedia, pero ella lo había ignorado completamente.

A partir de que supo que estaba condenada por su pequeño monstruo voraz, había decidido no aferrarse a nada que no fuera tan sólo los recuerdos que podía llevarse consigo al otro mundo. Sin embargo, había descubierto que podía ser bastante egoísta cuando se trataba de Sasuke. El amor que sentía por él, era tan grande como doloroso, una emoción profunda, un poco espesa y turbia a ratos, pero que sin lugar a dudas le sabía tan pura como ninguna otra. Había sido muy tonta, y realmente no sospechó las verdaderas consecuencias de sus decisiones cuando le espetó que quería que él la hiriera para sentirse un poco más viva. Después de todo, el verdadero sufrimiento no había hecho mella en su sistema hasta ese momento, cuando ya ninguno de los dos quería lastimar al otro; fue hasta entonces que entendió lo descuidado de su deseo.

Si ella se dañaba, él también lo haría.

Y eso era absurdamente agonizante.

Enloquecía al pensar que Sasuke podría salir lastimado debido a ella, la sola idea de que él sufriera de dolor en cualquier parte, física o mental, le atravesaba el corazón como un centenar de agujas hirvientes.

No podía permitirlo.

Se dejó caer junto a la cama y el cabello le cubrió el rostro cabizbajo. Las lágrimas brotaron de la comisura de sus orbes perlados en menos de un segundo y una horrible punzada se alojó en la boca de su estómago.

—¿Qué debería hacer?—gimió llevándose una mano temblorosa al pecho.

Su corazón...

Su maldito corazón, vibraba y dolía.

Preferiría que dijeras una mentira.

La voz del morocho la hizo jadear de la sorpresa.

Levantó el rostro y su mente dibujó la sutil silueta de su amado gato callejero frente a ella. El recuerdo de sus palabras parecía querer ser pragmático e imposible de ignorar.

Say Goodbye Dear Stray CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora