Tu mundo y mi mundo

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

II

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"No podré permanecer mucho tiempo a tu lado"

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Se acomodó una crin tras la oreja y cepilló inconscientemente los pequeños mechones de su pelo que lograban salirse de la coleta que se había hecho para la clase de gimnasia. El jersey rojo era un poco más grande que su talla real por lo que las mangas le salían volando por encima de los dedos. Lo había arremangado hasta la altura de los codos para estar más cómoda. Dejó caer el rostro entre sus brazos y recogió las piernas contra su pecho haciendo una especie de ovillo. Estaba acalorada, aunque no había participado en la prueba de medición para los tiempos de carrera como el resto de sus compañeros de clase. Ya que no tenía una constitución física "adecuada", técnicamente estaba marginada en las actividades de gimnasia. Bueno, en realidad era cualquier acto que la pudiese orillar a ponerse en riesgo de sufrir un ataque en general, aunque no es como si realmente no tuviera resistencia, sin embargo, no podía arriesgarse a sufrir un episodio en medio de un montón de adolescentes.

Había tenido suficiente con la traumática experiencia que sufrió durante el festival deportivo cuando estaba en quinto de primaria. Aun se estremecía al memorar las caras de sus compañeros mientras los adultos se cernían sobre su cuerpo tirado a media pista.

Y, naturalmente, esa era una memoria desagradable.

Aun así, debía admitir que se sentía un poco triste por eso. Siempre era igual, ella se quedaba a un lado mirando como los demás se iban haciendo más cercanos, era como si hubiera tomado el papel de un simple observador que sólo admiraba una pintura de colores melancólicos. A su alrededor se podían apreciar los vivos sonidos de la juventud, armonizando con la canción de unas cigarras. El cielo estaba tapizado de nubarrones blancos, grises y demás tonalidades que hacían una paleta increíble en el firmamento.

A veces se preguntaba qué pasaría con el mundo si ella simplemente se desvanecía junto con la brisa de verano.

¿El corazón de alguien cambiaria de forma trascendental?

¿Tendría el mismo impacto que aquellos que eran realmente tan brillantes como el sol y que cuando se desvanecía provocaban un eclipse? ¿O sólo sería como el leve resplandor de una estrella fugaz que es engullida por la oscuridad de la noche?

De alguna manera fue realmente solitario pensar en eso.

La malla a sus espaldas crujió por un cambio de peso y el sonido le hizo girar la cabeza. Negro, profundo y etéreo, le resultó tan familiar que apenas si pudo reaccionar adecuadamente cuando vio la figura de aquel gato callejero que había conocido hacía unos días. Trepado astutamente en lo alto, muy cerca de la copa del árbol que la cubría, casi como un ninja.

Al otro lado de la estacada metálica, estaba la calle que daba directo a la avenida principal de esa zona de la ciudad, por lo que deduciendo que traía encima su maletín y puestos los zapatos del exterior, no necesitaba pensarlo demasiada para sacar a relucir la hipótesis de que, aun y cuando ya se encontraban en el tercer periodo, ese chico recién se encontraba llegando.

Say Goodbye Dear Stray CatWhere stories live. Discover now