Estamos rotos

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XIV

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"Las piezas que te componen... quiero atesorarlas"

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La nieve caía apacible, como los pétalos de cerezo en primavera. Fríos y hermosos, como cristales centellantes que se arremolinaban sobre la cabeza danzando un compás romántico. Los sonidos de las calles que nunca duermen y el débil ruido de los zapatos aplastando los rastros de la nevada, les llenaban los oídos. El calor del otro podían sentirlo a través del espacio que separaba sus cuerpos, aunque sus manos no estaban entrelazadas, no sentían para nada la brisa fría del invierno. A pesar de que la ropa que ambos traían no era tan abrigadora como debería ser, sentían calor dentro de sí. Sus pensamientos no estaban conectados a su materia física. El moreno tenía una cara de póker, sus labios estaban firmemente apretados en una línea recta y realmente no podía imaginar que era lo que estaba pensando. Ella por otro lado, se sentía rara, como si nada fuera real y estuviera en un sueño. Las cosas habían pasado tan rápido que necesitaba un momento para procesar todas las escenas.

Sasuke le había besado, pero no estaba del todo segura por qué razón lo había hecho.

Seguramente no era porque estuviera perdonándola por ser tan egoísta y mucho menos porque hubiera aceptado amarla. Él no era la clase de hombre que puede perdonar y tampoco era alguien que admitiría sus sentimientos de esa manera. Al menos no todavía; un gato herido es más cuidadoso, pero no es como si el muro que rodeaba su corazón fuera indestructible; ya tenía una fisura, una pequeña grieta que si continuaba escarbando tarde que temprano la muralla que los separaba terminaría desmoronándose. Sin embargo, a pesar de que el Uchiha había dicho que no la había salvado y que nunca se convertiría en un héroe para ella, eso era cierto. Él no era un héroe, pero ella no necesitaba uno. Tampoco necesitaba que sus sentimientos fueran devueltos con tanta presura. Estaba bien si él podía ir amándola poco a poco. Después de todo, aunque el gato callejero enseñara los dientes, por el solo hecho de haber tomado primero su mano en aquella situación tan terrible, significaba que estaba comenzando a pintar de colores cálidos esos trozos de corazón que había recogido con sus manos.

Ella había decidido no retroceder más.

Aun si Sasuke se aferraba desesperadamente a aquella mascara que cubría sus cicatrices, aún si insistía en permanecer emocionalmente estéril, aún si en algún momento él daba marcha atrás y la lastimaba en el proceso, Hinata no se rendiría. Incluso si la vida se le escapaba de las manos y no podía hacer nada para retenerla, dejaría por lo menos una prueba de su existencia. Kakashi tenía razón, era inevitable despedirse de los seres queridos, pero aquellos que se quedaban atrás tenían que seguir adelante, caminando en el mundo que ellos ya no podrían observar, viviendo y aprendiendo de las cosas dolorosas todo lo valioso.

El Uchiha estaba estancado, con las manos en los oídos para no escuchar nada y mantenerse neciamente excluido de todo, como un niño asustado.

Ella ya no tenía nada que perder, quizás no era la más indicada, ni siquiera era tan fuerte como pretendía. Sin embargo aún siendo el ser más débil, iría directo hacia lo incierto, con todo el valor que poesía, entraría sin vacilar a lo más profundo de la oscuridad.

Say Goodbye Dear Stray CatWhere stories live. Discover now