Frágil

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste. Lamento la demora, tuve un contratiempo terrible. Sin más disfruten.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XVII

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"El lazo que nos une es delgado, por eso tengo que cuidarlo"

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Se movió sobre su costado izquierdo y giró el cuerpo hacia la pared topándose con un pequeño rostro apoderado de su almohada. Se quedó quieto por un segundo, sin mover ni el más pequeño de sus músculos, sus ojos pasearon por ese lienzo delicado que se mostraba sólo para él. Ella tenía una expresión serena, apacible, e inocente como una niña pequeña que nunca ha conocido el dolor de la vida; sin embargo era todo lo contrario en realidad, quizás esa paz que se reflejaba era resultado de las adversidades que había tenido que afrontar desde joven. Alzó mecánicamente una mano para delinear su ceja, y acariciarle la sien mientras apartaba un mechón que le rozaba las pestañas. Nunca dejaba de sorprenderle la facilidad con la que esa mujer se quedaba dormida a su lado en una misma cama. ¿Acaso no veía que él era un hombre peligroso? ¿No sentía ni un poco de preocupación? Le había dicho tantas veces que no se confiara, que era peligroso, más que el resto de los sujetos que pudiera conocer. Pero Hinata sencillamente no tomaba cuidado de ello, y probablemente no debería estar feliz por eso. ¿Por qué se debía permitir tal lujo? La felicidad no era algo que se supone él tuviera que estar experimentando. Se detuvo en sus repetidos mimos a la muchacha, y apretó los dientes ligeramente. ¿Por qué estaba dejando que esos sentimientos afloraran? Se había prometido que nunca volvería a esos días luminosos, pues él le había otorgado la oscuridad eterna a su persona más importante.

Al único que siempre amó, él lo llevó a su perdición.

Su hermano seguramente lo odiaba profundamente desde el lugar en el que se encontrara. El odio de Itachi era lo que se merecía. Si él no hubiera tomado decisiones erróneas en el pasado, si no hubiera sido tan ególatra y arrogante, si tan sólo nunca hubiera nacido como su hermano menor...

Quizás él podría haber tenido una vida maravillosa.

—Pero tú me lo arrebataste—esta vez no se inmuto, la voz de su consanguíneo era tan nítida que el tono era idéntico al real.

Si no fuera porque era imposible pensaría que realmente Itachi estaba hablándole. Pero seguramente su cabeza estaba tan afectada por todo que la cordura lo abandonaba.

Porque no podía olvidar jamás que él era culpable de toda la situación en que se encontraba. Y esa voz era el fantasma asignado actualmente a recordárselo.

Sin embargo, bienvenida sea su nueva tortura.

—Lo sé—contestó por lo bajo y volvió a enfocar su atención en la chica que se encontraba a su lado.

Si ya estaba aceptando esos nuevos demonios ¿Por qué tenía que preocuparse entonces debido a Hinata? Ya le había advertido que no le daría felicidad e incluso le había dicho ya que la arrastraría con él sin pensarlo. No obstante, los malos hábitos no morían con facilidad y esa estúpida intranquilidad de no crear más víctimas afloraba inconscientemente.

La estaba protegiendo aun y cuando no era su intención hacerlo.

Hinata se removió en su sitio y buscó sin despertarse el calor que estaba más cerca. Sasuke levantó el brazo y dirigió su mano hacia el hombro de la pequeña entrometida. Se detuvo un par de centímetros antes de tocarla y la observó profundamente.

Say Goodbye Dear Stray CatWhere stories live. Discover now