Ahogado

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Notas al final de episodio.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XXI

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"Proteger un corazón es algo realmente difícil"

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Cogió su abrigo del respaldo de la silla que había estado ocupando dentro de aquel acogedor café. Quizás algún día le pediría a Sasuke ir con ella a ese lugar. Le había dejado un buen sabor de boca. Logró distinguir las letras de una canción que le gustaba bastante. Please never fall in love again resonó por todo el local y ella no pudo evitar corear para sí las notas de Ollie. Enredó la bufanda que había llevado consigo alrededor de su cuello y dejó escapar un gran suspiro. Giró la cintura al percibir un movimiento aproximándose y vio a Kakashi que regresaba del baño.

—¿Estás lista?—cuestionó el mayor tomando sus propias prendas.

—Sí, gracias por el café—asintió.

—Por cierto, Hyuuga, ¿podrías llevar esto a la barra?—preguntó enseñándole el botón con el cual los clientes podían saber si su pedido estaba o no listo—, olvidé dárselo a la camarera.

—Está bien—dejó su bolso en la mesa y cogió el aparato circular antes de dirigirse a la estación de café.

La canción terminó y comenzó una nueva, esta vez de Kodaline. Discretamente llamó a la chica que atendía la caja y le mostró el apuntador. Ella sonrió y Hinata supuso que no tendría más de veinte años. Le dedicó una breve reverencia y la Hyuuga imitó su acción. Regresó sobre sus pasos y vio al peligris doblado sobre su asiento dándole la espalda. Pensó que quizás estaba cogiendo sus bolsas por lo que sólo atinó a tomar su mochila.

—Hyuuga—llamó el Hatake sin enderezarse.

—¿Sí?—lo miró curiosa

—Feliz cumpleaños—soltó virándose cuidadosamente con una pequeña magdalena entre sus manos. Una diminuta vela estaba encendida sobre la crema chantillí.

La ojiperla no pudo ocultar su sorpresa.

—N-no tenía por qué molestarse— exclamó avergonzada.

—Venga, sólo sopla la vela—pidió sereno.

Hinata obedeció con las mejillas coloradas.

Honestamente nunca espero semejante gesto por parte del profesor. Estaba gratamente pillada. Aunque también debía admitir que se sentía un tanto apenada. Recibió el pequeño postre de las manos del mayor y desvió ligeramente la mirada, sus orejas estaban tan calientes que casi sintió que echaban vapor cuando le dio una mordida a la crema. Tan dulce. Su paladar se deleitó con el sabor a vainilla y chocolate; pero era bastante consciente que no le resultaba más delicioso por que tuviese un ingrediente distinto a otro que hubiera probado con anterioridad. Sino, más bien por lo que representaba.

El Hatake cogió las cosas de su lugar e hizo un movimiento con la cabeza para indicarle que fueran yendo hacia la puerta una vez la vio dar el último bocado del pastelito. La Hyuuga acató torpemente y con pasos vacilantes le dio alcance al tiempo que se limpiaba las comisuras de los labios con los dedos. No obstante, antes de que fueran capaces de pasar por debajo del gran arco que dividía las áreas del local. La muchacha de la barra les interrumpió.

Say Goodbye Dear Stray CatWhere stories live. Discover now