꧁•⊹٭𝙰𝙼𝙸𝚁𝚃𝙸٭⊹•꧂ (1#) (Corregida)

*✧ FINAL ✧⁠* (Corregida)

— Aria, por fin despiertas — miré a mi hermano y luego suspiré.

— Supongo que me desmaye — mi hermano asiente — Genial.

Mire hacia todos lados.

— ¿Y los demás? — pregunté.

— Estaban algo preocupados, salieron un momento, ya regresan — mi hermano se acerca a mí y me da un beso en la frente — Casi me matas, mocosa.

Reí.

— Tranquilo, idiota. No te salvarías de mi — le saque la lengua y este suspiro.

— Oh, por Dios. Ya despertó — escuché el grito de Evelyn.

Le hice una señal para que guardará silencio.

— Estamos en un hospital — le reclamé y esta se encogió de hombros.

Rodé los ojos.

Corrió hacia mí y me abrazo.

— Ey, duele — le dije.

— Perdón — esta se aleja de golpe y mira a mi hermano, este se acerca a ella y la abraza de la cintura.

— Esperen, de que me perdí — los señalé.

Ambos se miraron y rieron.

— ¿Tu qué crees? — dice mi hermano.

— No puede ser — sonreí — ¡Por fin!

— Si. Se estuvieron besando luego de que el doctor dijera que estarías bien — mire a Jonathan que había entrado y a su lado estaba Ardeth.

— Ardeth — susurré.

— Amirti — dijo mirándome con alivio.

Evelyn soltó una risita, por lo que voltee a verla.

— Lo siento, lo siento — la miré confundida, pero luego volví a mirar a Ardeth.

— ¿Qué haces aquí? — este mira a mi hermano.

— Él te trajo — respondió mi hermano.

— Oh... Gracias — le dije algo avergonzada.

— Es un placer — dice — Solo quería saber cómo estabas, luego me iría.

Asentí.

— Entiendo — escuché como Jonathan se aclaraba la garganta.

— Hola, estoy aquí.

Todos lo miramos.

— Jonathan — le sonreí.

Este rueda los ojos.

— Entonces... Me marcho ya — dice Ardeth.

Quería decirle que no lo hiciera, que se quedará.

Pero no pude.

Este llevo su mano a su pecho, luego su dedo índice y pulgar a sus labios y después a su frente, para luego extenderlos hacia mí.

— Que Alá te sonría siempre — me dice y yo asiento.

— Adiós — le digo, luego este simplemente, se dio la vuelta y salió del lugar, desapareciendo de mi visión.

— Aria ¿Qué ocurre? — mire a mi hermano, quien se había acercado a mi preocupado.

Al parecer estaba llorando, pero no me había dado cuenta.

— ¿Te duele algo? ¿Llamo al médico?

Negué.

— No. Estoy bien — le sonreí — Estoy muy bien.

Este mira a Evelyn y a Jonathan y luego suspira.

— Esta bien — limpia mis lágrimas con sus dedos — Vamos, mocosa. Mejórate y volvamos a casa.

Reí bajito.

— Lo que diga, capitán — este sonríe y besa mi frente.

Y yo solo puedo sonreírle y hacerle un gesto para que vaya con Evelyn.

Ambos se abrazan y Jonathan solo se sienta en la orilla de mi cama, mientras los mira.

— Agh, si van a besarse háganlo fuera — dice Jonathan y yo rio.

Bueno, y así acabó todo. Derrotamos a una momia y a todos sus sirvientes momificados y salvamos el mundo de la perdición.

Esta es una historia, que por supuesto contaré.

Aunque... Aún debo pensar a quien.