QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)

Capítulo 24

Al llegar a la habitación de Zac, sé que no está dentro, porque se quedó organizando unos pendientes que tiene por su puesto. Como por ejemplo; ir a revisar si no hay ningún intruso por mi habitación, la sala del trono o en mi estudio. Es obligatorio hacer tal inspección, porque habían muchas personas desconocidas en mi palacio.

Entonces creo que durará un poco en venir.

Me quito la corona y la dejo en un mueble que está a la par de la puerta para así no olvidarla después. Giro y empiezo a detallar su habitación. Me es un poco difícil, ya que mi vestido es pesado, igualmente trato de no estresarme por ello. La habitación es de color azul oscuro y tiene libros en varios estantes. Me acerco a su mesa de noche y observo lo que estaba leyendo antes.

Las Clayton.

Noto que es la última edición escrita por mi abuela. Sonrío porque esos libros son muy popular en nuestra nación, cómo también en el exterior. En las primeras ediciones se cuenta el principio de nuestro linaje más detalladamente.

Es un escrito muy costoso, un noble difícilmente puede comprarlo, por lo que pienso que al estar aquí le fue más fácil obtenerlo. Además, me halaga que quiera saber más de mi generación.

El primer libro fue escrito por la primera reina, Azar Clayton.

Ella se encargó de especificar nuestro origen, después escribió todo su proceso de gobernar. Y así sucedió con las demás Reinas, cada una tiene su propio libro. Menos Ámbar, porque jamás mostró interés en ello, pero sin importancia, me he leído todos. Cada uno desde que aprendí a leer. El de mi abuela no es un gran libro, podría decir hasta que se inventó varios sucesos, pero no porque le avergonzada no lograr algo extraordinario, siento que era más que todo cubriendo la verdad de lo que realmente le ocurrió. Jamás investigué de ella y como nunca la conocí, no me fue relevante. Además de que no hay mucha información sobre mi abuela. Mayormente decían que era una reina que pasaba bastante deprimida por errores del pasado. Sabrán porqué.

Los demás libros de las Reinas sí eran interesantes. Me sorprende cuando casi todas tuvieron una linda historia de amor. Tal vez no perfecta, ni tampoco era con el que primero se "enamoraban", pero fueron mujeres muy decididas, sabían lo que querían y lo dejaban en claro muchas veces.

Yo he estado intentando escribir lo que está ocurriendo en mi jerarquía, tengo palabras sueltas en una libreta, dónde guardo el libro que nos hizo mi padre, junto a uno más, pero siento que todavía no es el momento.

Me enfoco y observo la cama de Zac con sábanas negras revueltas, como si diera vueltas en la noche. De repente, siento la brisa fría que hace que alce la vista, encontrándome con su balcón. Rodeo la cama para ir hasta el, logrando ver todo el bosque de Muscadet y el gran jardín del castillo. Me hace recordar la vez que dijo que me descubrió yendo al bosque. Desde aquí pudo verme perfectamente.

Me acomodo en la pared que da a la entrada del balcón a la espera de él. El viento hace volar mi cabello y me tengo que relamer los labios porque el labial ha desaparecido y el frío me los seca.

Los minutos pasan y por fin el sonido de la puerta desvía mi atención al hombre que va entrando a su alcoba. Se despeina el cabello negro azabache y se quita la armadura, quedando en una camisa negra. Sonrío y lo reparo con la mirada sin preocupación a que me halle.

Se va a quitar la camisa, pero antes alza la mirada y hunde las cejas cuando me mira en su balcón.

—Continúa —aliento—. Venía la mejor parte.

Aleja las manos de los botones y se acerca. Se acomoda al frente de mí, recostándose en el umbral y centrándose en mi presencia.

—No creí que estuviera aquí —comenta.