¿Amor o amistad?

INTRODUCCION Parte 6

Después de que Mario saliera casi corriendo del parque, miro su reloj y vio que solo tenía 10 minutos para llegar al restaurante, caminando se hacía 20 minutos y en carro 5 minutos, así que no tuvo de otra que pedir un taxi, pues al salir de su casa no quiso llevarse el carro que su padre le compro pues el orgullo era más, así que se fue en el primer taxi que pudo pillar

Gracias al destino Mario llego casi justo a los 10 minutos que le restaban, no contempló qué hubiera tráfico, así que rápidamente entro al restaurante para ver si aun tenia su oportunidad de hacer aquella entrevista, rápidamente se dirigió hacia la oficina del señor que horas antes lo citó.

-valla hijo, justo a tiempo- dijo, señalando su reloj

-si, creo que casi se me anochese muy rápido-

-bueno, sígueme, es hora de que me sorprendas- salió de esa oficina dirigiéndose a la cosina.

Al entrar Mario se sorprendió ver una cosina tan espasiosa, pues aun que el lugar no viera tan grande si que lo era.

-vamos hijo, tienes 1 hora y 30 minutos para prepararme un plato magnífico, puedes cocinar algo diferente a la comida mexicana, si gustas. -

-No se preocupe qué la comida mexicana es mi fuerte, desde muy niño me gusta.-

-Eso es bueno, me gusta tu actitud muchacho, así que empieza.-

Mario asintió, se vistió adecuado para poder cocinar.
Se puso un mandil y empezó a cocinar, lo primero era hacer la entrada. Decidió hacer esquites con tuétano, consta en granos de maíz preparados con mantequilla, cebolla y epazote y para complementar se le agrega el tuétano.

Al terminar Mario le pidió al mecero qué llevaron los platos a los comenzales mientras él continuaría con el siguiente plato. Para este decidido preparar enmoladas, haciendo su mole desde cero al igual que sus tortillas mientras hervía el pollo. La verdad es que para Mario esto era hasta relajante, recordaba mucho a sus padres y lo llenaba más de energía y preparar como segundo plato enmoladas era increíble para él, es uno de sus platos favoritos de Armando y su Padre.
Al terminar el platillo Mario solicito de nuevo al mecero quien no solo llevo el plato si no que lo acompañó con un agua de guanábana.

La verdad dudaba en preparar algún postre pero la verdad quería el empleo y quiso esmerarse, así que mientras el mesero llevaba los platillo a los comenzales Mario pensaba que hacer de postre cuando pensó en su niñez, pensando en su madre y decidió preparar buñuelos , esas crujientes tortillas azucaradas, la verdad amaba comer buñuelos cuando era niño y para él no era tan complicado hacelos, así que se puso manos a la obra. Esta vez tardó unos minutos en hacer unos cuantos, mientras les ponía azúcar con canela preparaba su jarabe natural de frutas para acompañarlos.

Esta vez, cuando llamo al mesero para llevar los platos lo acompañó ayudandole, así llego con el dueño del restaurante y sus dos hijos.
Uno de ellos era la chica que atendía y el otro era un chef.
Mario espero a que comieran y probarán el último plato para saber si se quedaría o no con el puesto.

El dueño se llevó un último bocado del buñuelo, se limpio, se levantó de la mesa y agradeció. Camino llendo a su despacho detrás de él seguieron sus hijos imitando al hombre, los tres se fueron a deliberar sobre el puesto de Mario.
El meso y Mario recogieron los platos, Mario se quito el mandil y espero la decisión final.
Despues de un rato salieron sus hijos del encargado pidiéndole a Mario que seguirá al despacho, él obedeció y se dirijo con el dueño.

-Pasa hijo, toma haciendo. Pues mis hijos y yo hemos probado cada uno de tus platillos, hemos hablado y tomado una decisión-

Mario lo miraba con atención y nervios a la vez.

-Antes de decirte la decisión tomada por nosotros me gustaría hacerte una pregunta, puedo?-

-C-claro, cual es?- dijo Mario un poco nervioso.

-Por que quieres el empleo?-

-Pues la verdad un trabajo es necesario para la vida cotidiana, así el ser humano sobrevive y yo la verdad es lo que necesito... Sobrevivir, pues como todos tengo múltiples gastos y-
Este fue interrumpido por el dueño.

-Si lo se hijo, es la causa de la cual la gente busca trabajo pero tu no tienes la pinta de necesitar dinero, la verdad es que en la tarde cuando me trajiste tus papeles pues me di a la tarea de investigar un poco de ti, pues tu apellido me sonó y tus padres son unos grandes chef y por lo que se no padecen de falta de dinero, o si?-

Dijo el hombre, la verdad no supo por que pero comenzó a meterse en la vida privada de aquel chico y al notar su timidez al hablar de ese tema solo paso de largo

-Bueno, la verdad es que a veces tengo a ser algo chismoso, un gran defecto mio así que perdón por eso solo quería informarme un poco sobre ti pero bueno ahora si te diré la decisión tomada... Mis hijos y yo llegamos a la misma conclusión y es que tu camida, tu sazón son únicos, es delicioso y me gustaría que fueras parte de mi equipo, qué fueras uno de mis chef, qué dices muchacho, aceptas?-

Mario no se la creía, pensaba que sabiendo un poco más de donde venía no lo aceptaría pero ahora estaba feliz, consigo el empleo qué quería.

-Claro que si, es lo más quiero-

-por cierto, me llamo Fernando, mi hijo se llama Arturo y mi hija Estefania. Pero bueno que te parece empezar a trabajar el lunes?- diciendo esto le extendió su mano a la cual Mario correspondió.

-jeje claro que si, estaré aquí puntual-

Mario estaba contento y se quedo un rato más escuchando como serian sus torunos, su vestimenta dentro de la cocina, su horario y su salario, la verdad era una buena paga y le alcanzaría para sus estudios y sus gastos personales.
Al terminar de hablar esto con su nuevo jefe, se dirigió a su hotel a descansar, ya mañana le contaría a Armando sobre su nuevo comienzo de vida..

Hola chicos, se que me demore en subir este capítulo, pero como son vacaciones pues uno intenta socializar con la familia y pues no tuve Internet suficiente para subir este capítulo pero en físico quiero darles la noticia que ya acabe la introducción y pues ya tratare de subir más seguido lo que tengo escrito.

Bueno esto es todo y un fuerte abrazo, gracias por el apoyo y espero que les siga gustando esta pequeña historia.