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El sol me acaricia en la cara. Perezosamente veo la hora en el móvil. Madre mía, ya son las doce del mediodía. Cómo no me dé prisa, van a recoger la comida y me voy a quedar con el estómago vacío. Ayer llegamos a las cinco de la madrugada de la fiesta de Fan Fan, y cada uno se fue directo a su habitación. Quedamos en encontrarnos todos en el comedor. Me giro y veo que Léna sigue durmiendo.

Como no la quiero despertar de forma directa, decido meterme en la ducha, así se despertará con el ruido. Creo que soy lo peor como compañera de habitación, primero la dejo tirada con el gekko, luego no le cuento lo de Eric y yo hasta pasado una semana... Menos mal que es buena gente y al menos no me lo tiene en cuenta.

Cuando salgo de la ducha con mi toalla enrollada me encuentro con Léna que está sentada en la cama. Mi táctica ha funcionado y se ha despertado sola. Una voz viene de un lateral fuera de mi actual campo visual.

- Mmmm Laurie, dime que no tienes nada debajo de esa toalla

- Pues no, Charles, no tengo nada. ¿Te apetece que me la quite para mirar bien?

- No hagáis el tonto vosotros dos, dice Léna como si fuera una madre.

- Vale, vale, Charles, ¿te importa salir un momento a la terraza para que me cambie?

- No te preocupes, yo ya me iba, simplemente venía a daros los buenos días, hemos quedado en treinta minutos en el comedor. Después hemos conseguido un coche para hacer una pequeña excursión por la isla.

Cuando Léna y yo llegamos al comedor, ya están todos sentados en la que oficialmente es nuestra mesa. Por suerte, no han empezado a comer aun, así que no llegamos tan tarde. Nos servimos rápido arroz y un poco de pescado y nos unimos al grupo. Están hablando de la fiesta de ayer. Clarisse está como loca, fue su primera Full Moon y todavía está con la emoción del momento. Me recuerda a mi primera Full Moon. Yo también estaba así o incluso diría que peor.

- Madre mía chicos, que esta ha sido mi última fiesta de Fan Fan. No pensé que llegaría tan pronto el día de decir esto.

- Venga Eric, no te vengas a bajo ahora. Tu despedida solo acaba de empezar, dijo amistosamente Charles. Además, tengo algunos planes para este finde que seguro que te gustan.

- Pues a ver si sueltas prenda Charles, porque llevas toda la semana planificando y no nos has dicho nada a nadie, añade Victor.

- ¡Eso, eso!, anima Léna, ya es hora de que desveles el gran secreto. O al menos, dino qué vamos a hacer después de comer.

- Para empezar, vamos a terminar de comer. Después, tendréis veinte minutos para prepararos. Os recomiendo que llevéis puesto un bañador y que os cojáis una mochila con ropa para cambiaros o lo que necesitéis por si acaso no hay tiempo de pasar por el hotel antes de la cena. Por último, os aconsejo de traeros la cámara de fotos y unas ganas locas de pasarlo en grande.

Las palabras de Charles nos animaron lo suficiente para terminar de comer, prácticamente sin hablar para ir más rápido. Parecemos niños pequeños antes de ir al parque de atracciones. Me encanta que Charles haga de hermano mayor. Siempre está ahí para todos y le encanta organizar planes que nos vayan a gustar a todos. Sobre la una estamos saliendo del comedor. Hemos quedado todos en la recepción a la una y media. Así que corremos a preparar nuestros bártulos para la excursión que aún no sabemos muy bien a donde vamos.

Como buenos amigos, a la una y media estamos todos esperando en la recepción con nuestras mochilas. Charles hace su entrada triunfal por la puerta principal del hotel.

No hay amor en Bora BoraNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ