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Tres días, ese era el tiempo que me quedaba con Eric antes de que este cogiera un avión con destino a Francia. Tres días no eran suficientes, no era justo que nos quedase tan poco tiempo juntos, y claro, él no quería gastarlo todo conmigo. Tenía una lista interminable de cosas que quería hacer antes de irse. Para poder aprovechar al máximo esos últimos días, le pedí a Raina si me daba ese fin de semana libre. Por suerte lo entendió y no me puso ningún impedimento. Simplemente me dijo que en cuanto volviera al trabajo le ayudara con varios temas. Me quedaba el viernes, el sábado y el domingo para disfrutar al máximo. El lunes por la mañana apenas le vería ya que yo empezaré a trabajar a las seis y estaré en el Motu, él se marchará sobre el medio día, así que no coincidiremos.

El lunes llegó Clarisse a Bora Bora, una compañera del master de Eric que vendrá a sustituirlo. La chica tiene unos veinte y pocos años, y se la ve muy activa, aunque eso puede ser la emoción por estar aquí. Clarisse será la compañera de habitación de Alice. Menuda combinación Alice y Clarisse, ni que fuera hecho expresamente. Eric tiene que pasarle el testigo durante toda esta semana aunque según él no hay mucho que pasar.

Eric se pidió todas las tardes libres de su última para poder hacer todas las actividades que tenía pendientes en Bora Bora. El lunes por la tarde fue a Marama Tattoo, Eric no se podía ir de la Polinesia sin un auténtico tatuaje realizado por el mítico Marama. La idea inicial era hacerse un pequeño tribal, pero cuando llegó a mi habitación, se quitó la camiseta y me encontré con un tatuaje que le cubría literalmente todo el hombro.

- ¿Laurie, te gusta mi nuevo tatuaje?

- Bueno, a mí no me tiene que gustar, a ti sí, ¿no? Eso es lo importante

- Entonces, ¿no te gusta?

- No he dicho eso. Es solo que no soy muy fan de los tatuajes. Digamos que no entiendo la belleza en ellos. Como arte puedo entenderlo un poco, pero después verlo en el cuerpo de una persona, no me termina de convencer. Además, ¿no es demasiado grande?

- Pues vaya, me has dejado un poco planchado. Yo que he venido directamente desde el estudio a enseñártelo. Aun no lo ha visto nadie además de Marama y ahora tú.

- Hombre, no te pongas así, ya te digo que a mí no me apasionan los tatuajes, bueno de hecho no me gustan nada. Peri, insisto, eres tú quien tiene que llevarlo. Pienso que es algo muy personal, es decir, si en algún momento me plantease hacerme un tatuaje lo haría porque quiero y no porque le vaya a gustar a la gente. Me lo haría por un significado personal. No lo haría por un motivo estético. ¿No sé si me explico?

- Opino igual que tú, es más todos mis tatuajes tienen su significado y simbología. Los tres primeros que me hice fueron para simbolizar los cuatro elementos. La orca simboliza el agua, el tigre la tierra y el fénix el aire y el viento. Por otro lado, el tatuaje que tengo en la espalda me lo hice en Japón porque quería tener un recuerdo para toda la vida de allí y además es una frase que la siento de verdad.

- Te vuelvo a decir, un tatuaje es para uno mismo, por eso no me tienes que convencer a mí. Tú tienes tus motivos y te gustan, es lo único que importa. Personalmente, no me haría un tatuaje. Menos algo tan grande como el que te acaban de hacer.

- Es cierto que Marama se ha pasado un poco. Le dije que no quería que fuera visible si llevaba una camiseta de manga corta, pero no me ha hecho mucho caso. Se ve que le ha ido viniendo la inspiración y se ha venido arriba.

- ¿Cómo que le ha venido la inspiración? Hasta donde yo sé, hay plantillas de dibujos y después se calcan en la piel para después ponerle la tinta.

No hay amor en Bora BoraWhere stories live. Discover now