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El despertador suena a las ocho menos cuarto de la mañana. Por el momento, me encuentro con energía para no haber dormido ni dos horas. Léna está con Charles en la terraza hablando. Estos dos no se han ido a dormir todavía, no sé cómo aguantan tanto. Por suerte, Léna entra a trabajar a las dos de la tarde, así que tiene tiempo de dormir un poco. El resto del grupo libran, así que ellos no tienen problemas. La única loca de irse de fiesta, llegar a las seis y empezar a trabajar a las ocho, soy yo. En fin, siempre hay una primera vez en la vida. Menos mal que ya se han ido los efectos de lo que bebí durante la fiesta. En el fondo, puedo decir que el día no debería de ir mal, únicamente hay seis habitaciones de salida que tengo que revisar. Así que me lo tomaré con calma.

Toda la mañana la aguanto bien hasta las doce. En ese momento es como si me robasen todas mis fuerzas de golpe. Las habitaciones que iban a ser de llegada hoy ya las había revisado, así que lo importante estaba hecho, pero todavía tengo cuatro horas por delante y solo pienso en tumbarme en una de las camas tan esponjosas de las habitaciones a las que entro. Me pongo a ayudar con la limpieza a las chicas de pisos para mantenerme activa y no dormirme por algún rincón.

- Laurie, menuda cara de zombi que llevas hoy. ¿Mucha fiesta anoche?

- Ni me hables de fiesta, volvimos de la Full Moon de Fan Fan a las seis de la mañana. Lo mejor es que me he levantado tan tranquila y me acaba de venir una oleada de cansancio que no puedo con mi cuerpo.

- Mira, como ya no te queda nada que hacer si quieres siéntate en el sofá mientras yo termino de arreglar la habitación. Así descansas media hora, aunque sea y luego nos vamos a comer. Cuando te des cuenta ya son las dos. Y si después nos ayudas a limpiar las habitaciones a las tres nos volvemos a casa todas juntas.

- Bueno se supone que trabajo hasta las cuatro y media, no sé si me dejarán irme antes.

- No te preocupes por eso, seguro que te dejan irte antes. Si no hay más trabajo que hacer, sería una tontería quedarte una hora mirando al techo en la oficina.

En el segundo en el que dejo mi cuerpo desplomarse en el sofá caigo en un profundo sueño. Después de reponer energía con la comida, me siento bastante mejor. La siesta de media hora y los nutrientes me han llenado de suficiente energía para aguantar lo que quedaba de día. Todo ha salido tal y como predijo la camarera de pisos. A las tres y cuarto ya estoy tumbada en mi cama dispuesta a dormir hasta la hora de la cena. No he llegado a cerrar los ojos cuando tocan a la puerta. ¿Por qué me pasa esto a mí? Tan solo quiero dormir un rato antes de cenar, ¿eso es pedir tanto? Me giro me encuentro con Eric dentro de la habitación.

- Laurie, no deberías dejar la puerta abierta sin poner el seguro. Cualquiera puede entrar y robaros o hacerte algo.

- ¿Quién va a querer entrar en una habitación viendo que hay una persona dentro?

- Una persona dormida como un tronco. Bueno, a lo que venía, te he visto pasar por delante de mí bungaló y supuse que ya habías acabado de trabajar. Como Léna se ha ido a trabajar, bueno, pensé que, a lo mejor, tú y yo, eso.

- Lo mejor que te puedo ofrecer ahora mismo es una hora de dormir juntos. Has oído bien, dormir.

Eric se tumba junto a mí, y me quedo totalmente dormida entre sus brazos. Es tan reconfortarle escuchar su respiración, sentir su calor y su mano acariciándome el brazo. Seguramente no llevo ni diez minutos dormida cuando noto que Eric me está dando besos por todo el cuello. A cada beso siento una electricidad que recorre todo mi cuerpo. Mis músculos se tensan y la piel se me pone de gallina. Del cuello va a mi boca pasando por la mejilla. Noto como sus manos me cogen fuerte de la cintura para que nuestros cuerpos se queden pegados. Le paso mis brazos por sus hombros y le cojo fuerte de ese pelo rubio que tanto me gusta. Ya que no tiene pinta que me vaya a dejar dormir, vamos a darlo todo aquí. En cuanto Eric me toca ya no soy consciente de nada, solo quiero que me haga suya.

No hay amor en Bora BoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora