1. Rose-Colored Boy

2K 72 4
                                    

Alicia bajó corriendo las escaleras del pequeño complejo de departamentos en el que llevaba viviendo casi 4 años. Se sintió traicionada cuando vio al servicio de mudanza instalándose frente a su departamento y trasladando cosas al interior de aquella puerta con la que había estado soñando por años.

No podía entender como es que Miguel había preferido darle el departamento más grande a un nuevo inquilino en vez de a ella, que llevaba pidiéndoselo desde que supo que los vecinos se mudarían. "Veremos cuando se vayan", le había dicho, pero evidentemente alguien nuevo acababa de llegar y sus planes de cambiarse al frente "se fueron a las pailas", como dirían en Chile.

Entró a la panadería del primer piso azotando la puerta contra la pared y bufó cuando vio a su objetivo sonriéndole desde la caja, haciéndose el tonto. Lo apuntó con el dedo índice y se acercó lentamente.

-¿En qué habíamos quedado hijo de puta?

-Hey,... Ali, ¿cómo estás y por qué chingados me gritas? -le reclamó con una sonrisa.

Algunos clientes se giraron incómodos hacia la joven, que respirada aún agitada por haber bajado 5 pisos corriendo.

-Te dije que quería el departamento. -se quejó en voz baja, tratando de disimular. -Me dijiste que...

-Te dije "veremos". -la interrumpió el mexicano, mientras le abría la puertecilla del mesón para que entrara tras la barra, aunque dudaba si quería estar cerca de ella, pues se veía furiosa.

-¿Pero por qué no me consideraste? Sabías que quería vivir ahí, te lo llevo diciendo desde hace meses.

-Lo siento ¿sí? Fue todo muy rápido, muy improvisado. -Alicia se cruzó de brazos y lo fulminó.

-¿Y quién estaba tan apurado? -cuestionó.

-No te puedo decir.

-¿Qué? -ella se pasó una mano por el cabello que le llegaba hasta los hombros y Miguel se fijó en el nuevo tatuaje que asomaba en su cuello. Se distrajo por unos segundos, Alicia tenía ese efecto en él, pero no lo sabía.

-¿Sabes qué? No importa, lo conoceré eventualmente y seré la peor vecina, tanto que se marchará y entonces podré mudarme...

-Escúchame... -volvió a interrumpirla y se acercó más a ella para hablar bajo. -No es cualquier persona la que vivirá ahora allí.

-¿Quién cresta es? -se encogió de hombros y Miguel juntó sus labios en una línea recta.

-No tengo permitido decirlo. -ella abrió mucho los ojos.

-Miguel... ¿acaso trajiste un narco a vivir al edificio? o peor... a un mafioso. -susurró. -Y en frente de mi casa.

-No es eso, estás loca. -él sonrió al ver que su semblante se relajaba y chasqueó la lengua cuando la vio acercarse a una de las máquinas de atrás para sacar una Coca-Cola. -Eso me lo pagas eh...

-Me lo debes. -reprochó ella.

Después de un trago juntó ambas cejas y se recargó en el mesón.

-¿Me vas a decir quién es o voy a tener que meterme a su casa? -Miguel negó con la cabeza y suspiró.

-Esta persona me hizo firmar un contrato para que no revelara quien es, todo fue muy discreto y me ofreció más dinero, el cual necesitaba... para arreglar el refrigerador industrial de la cocina.

-¿Es un famoso? -Alicia sopesó las opciones y concluyó en que aquello no le sorprendería, en Miami siempre rondaban varios rostros conocidos, aunque nunca había llegado uno a vivir tan cerca.

Rose Colored Boy [Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now