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"Café"

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Estaba atónita, ¿acaso estaba alucinando? ¿Me volví loca? ¿Por qué veía a Five?

Aunque parecí una imbécil toqué su cara para verificar que fuera real, se sentía fría y suave, a lo cual él sólo me veía.

Tomó mi mano la cual estaba en su cara y la acarició.

Limpié mi falda como pude mirándolo.

En eso, noté como se tensó al escuchar un ruido.

Fruncí mi ceño con inquietud ante su reacción.

Me dió un papel y se fue corriendo sin decirme absolutamente nada.

No sabía qué estaba pasando, pero no era algo bueno.

Abrí el papel y ví un número telefónico, lo más probable es que sea el suyo..

(•••)

Regresé a la empresa con la ropa cambiada puesto a que la otra estaba sucia por el café.

Guardé el papelito en mi saco y seguí caminando buscando algunos papeles.

Al llegar a mi oficina y comenzar a leer los papeles sólo venía un pensamiento a mí; Aidan.

Dejé los papeles a un lado y volví a llamarlo.

Lo necesitaba, me conformaba con escuchar su voz.

Pero no contesto nuevamente.

Suspiré cansada de la situación, quizá sea mejor que lo llame en la noche...

Después de todo el trabajo un chico rubio de ojos caramelo entró a mi oficina.

──¿Tú eres T/n?

Asentí un poco extrañada pues no había tocado la puerta.

──Oh, entonces tú eres eres la amiga y secretaria de Aidan de la que él me había hablado tanto.

Comprendo que Aidan no quisiera presentame aún como su novia formal, pero aún me dolía que dijiera que sólo éramos amigos.

──Oh, sí, soy T/n ──Me levanté del asiento──. T/n Hargreeves ──Extendí mi mano.

Asintió y tomó mi mano estrechándola de manera formal.

──Yo soy Richard Thompson, un gusto conocerla, Aidan me mando a darle algunas cosas ──Dijo tomando su maletín──. Hablamos en la mañana.

¿Había hablado con él y no commigo? ¿Acaso estoy siendo muy sofocante con él? Probablemente sea eso.

Sacó una carta y me la dió.

──Dijo que la leyera, por cierto, quizá no debería decirle nada pero... Aidan regresa en dos días, señorita T/n.

Sonreí al escuchar lo último y tomé la carta guardándola en mi bolso.

──Muchísimas gracias por decírmelo.

──No es nada, por cierto, ¿sabe dónde queda la oficina del señor Rob? Necesito hablar con él.

Asentí y le dije dónde estaba la oficina, parecía ser un chico amable.

──Por cierto, me han informado que usted hace muy bien su trabajo ──Me dió una tarjeta de otra empresa──. Si algún día la despiden o decide irse, no dude en que las puertas de la empresa de mí tío estarán abiertas para usted.

The Other Woman| Will always cry herself to sleepWhere stories live. Discover now