Capítulo 21

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— Es todo por hoy. Descansen este fin de semana.

María soltó un suspiro y comenzó a guardar sus cosas en su bolso, toda la clase había sentido el punzante dolor en su brazo. Pero no había querido darle mayor importancia.

— Te vez demasiado cansada.

—¿Estás bien?

Yaoyorozu y Uraraka se acercaron a María, quien no paraba de suspirar.

— Ah, si. No es nada— sonrió para despreocuparlas, pero esas dos muchachas ya estaban lo suficientemente preocupadas por los rumores que habían oído.

Volvieron a los dormitorios y cuando María se estaba cambiando el uniforme por su ropa de entre casa no notó aquella marca que comenzaba a hacerse visible, como si se hubiera quemado con algo muy caliente.

Era hora de cenar, cuando Yaoyorozu la pasó a buscar para bajar juntas a comer. Y llegaron al comedor siendo recibidas por las demás chicas.

— Oh, María, ¿qué pasó con tu brazo?

Uraraka llegó preocupada y solo en ese momento todas guiaron sus ojos al brazo izquierdo de la muchacha. Los ojos de María se abrieron y pronto maldijo en voz baja.

— ¿Cómo te quemaste? ¿Te duele?

La aglomeración de chicas había hecho a María querer escapar de allí. Y fue Tsuyu la que desvió la atención de todas a algo que ninguna se había dado cuenta.

— Más que una quemadura, tiene la forma de una mano, ¿no creen? gero~

En ese momento los chicos habían comenzando a llegar. María se levantó precipitadamente cuando vio a Bakugo y cubriendo la marca que Bakugo había dejado en su brazo se dispuso a irse.

— Fue un accidente, no le tomen importancia— intentaba desviar sus ojos de las miradas preocupadas y viendo cómo los chicos estaban ya intrigados por la repentina reunión de muchachas decidió escapar con una mentira que ni ella creyó— D-de repente ya no tengo hambre, así que iré a dormir temprano.

—Espera, María — no hizo caso al llamado de Yaomomo y se fue de allí subiendo las escaleras a toda prisa.

— ¿Qué fue lo que pasó?— preguntó Kaminari sorprendido.

—No estoy segura — preocupada, Yaomomo llevó su mano a su mejilla.

— Se puso así cuando preguntamos qué le había pasado en el brazo, gero~

—¿Le pasó algo?— Midoriya estaba todavía tranquilo, pero comenzó a preocuparse cuando vio a Bakugo chasquear la lengua y desviar sus ojos de María.

— Bueno, eso creemos— comenzó Uraraka jugando con sus manos— pero, parece que no quiere hablar de ello...

— ¿Deberíamos ir a ver cómo está?— Iida lanzó la pregunta al aire y un silencio bastante largo se hizo presente.

— Lamento llegar tarde, ¿ya vamos a comer?—fue Kirishima el que rompió el silencio llegando animadamente a comer, cuando encontró aquellos rostros preocupados— Yo...¿me perdí de algo?

De LATAM a My hero academiaWhere stories live. Discover now