capítulo 20

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— Miren, allí va.

— ¿Ustedes también lo oyeron?

— Se declaró a Bakugo y todavía está viva.

María oía los murmullos que había a su alrededor.

— ¿Creen que la corresponda?

María quiso echar a reír al escuchar semejante disparate.

— Bueno, no la rechazó de todos modos.

María soltó un suspiro frustrado. Es cierto que no la rechazó, pero porque Aizawa llegó antes de que Bakugo explotara, literalmente. Pero, para empezar, ella ni siquiera se había declarado a ese rubio malhumorado.

Habían pasado varios días así. María había mantenido distante con todos.

Ser tratada como una atracción no era lo que ella hubiera buscado. No le gustaba estar en boca de todos y se sintió realmente mal porque no solo era ella, sino que también hablaban de Bakugo.

Vio a lo lejos a un grupo bastante grande de estudiantes rodeando a alguien. María iba a pasar de largo, cuando escuchó como alguien alzaba la voz.

— ¡Dejen de molestarme!

Sin duda se trataba de la bomba de tiempo a punto de explotar.
Todos se quedaron en silencio y dieron un paso atrás.

— No deberías estar tan tenso— ni ella supo porqué decidió intervenir. Sabia que Bakugo podía controlar sus impulsos de herir a todos con una gran explosión, pero en verdad se sentía culpable por hacerlo pasar por todo aquello— Si relajas tus hombros no estarás tan contracturado luego— para sorpresa de todos había llegado y se posó junto detrás de él y comenzó a masajear sus hombros.

Obviamente no logró relajar a Bakugo. Tampoco logró que la atención de todos se desviará de ellos. Lo único que logró, fue conseguir intrigar mucho más.

Bakugo quiso golpear a María y lo hubiera hecho de no ser porque la campana sonó.  Cuando todos comenzaron a volver para la última clase y María quiso seguirlos, Bakugo la detuvo tomándola del brazo.

—Si crees que vas a escapar después de esto, estás muy equivocada, bruja.

María sintió el dolor en su brazo, soltó un chillido de dolor y al intentar zafarse Bakugo la agarró aún más fuerte las chispas comenzaron a brotar y el calor se intensificó.

— L-lo siento, por favor... suéltame...— reaccionó antes de que la hiciera explotar.

Los ojos rubí del muchacho estaban encendidos en furia. Había pasado de tener una vida escolar 'tranquila' a ser el centro del chisme del momento. Y todo aquello era culpa de esa estúpida muchacha que se le había declarado de aquella forma tan poco linda.  Chasqueó la lengua y de un empujón la soltó.

— Solo recuerda que me las vas a apagar.

María se abrazó a así misma intentando respirar con tranquilidad pero las puntadas en su brazo iban intensificándose.

— Ahhh~ Un mal entendido así es demasiado — murmuró frotando su brazo— Podrá verse estúpidamente bien a través de una pantalla, pero cuando lo vives es aterrador en cierta manera. Al menos no exploté...

Sintió un escalofrío y fue camino al aula por aquella última clase de esa semana.

De LATAM a My hero academiaWhere stories live. Discover now