De LATAM a My hero academia

Capítulo 16

— Di-dijiste que irías a buscar tus cosas a tu habitación— Midoriya caminaba con nerviosismo por los pasillos del seguro piso, seguido por Maria— Tu habitación está en el último piso...

—Lo sé. Pero solo lo dije para que Iida no se molestara. Solo piensa en el desastre que hubiera ocasionado el decir que te acompañaba a tu habitación— María hizo un ademán con las manos y el gesto de desvergüenza en su rostro la delató.

—¿Por qué querías venir a mi habitación?— preguntó con curiosidad Midoriya y María amplió más su sonrisa.

— Porque Midoriya es de los míos —fue una respuesta vaga, pero Midoriya sonrió pensando que María también podría ser fan de All Might.

Llegaron a la puerta de la habitación y Midoriya abrió.

— ¿A tí también te gusta All Might?

—Si, es un gran hombre— respondió luego de ingresar en la habitación y darle un buen vistazo— Pero yo me refería a otra cosa— sonrió mientras Midoriya se quedó estático, pensando en que pondrían ser parecidos. La muchacha se acercó al pensativo jovencito y lo tomó de las manos— Eres un fan boy— sonrió mientras lo decía y Midoriya se sonrojó.

— Y-yo no...— no pudo continuar la frase porque no tuvo el valor de mentir.

— No tienes que preocuparte— estrechó sus manos y le sonrió aún mas— yo también soy una fan girl, pero de Midoriya— el rostro del pecoso pareció asombrado y luego pasó a ponerse rojo.

—Pero- como puedes... De mi...

Se había soltado y comenzado a hacer movimientos extraños por los nervios. A María, aquello le pareció realmente adorable y no tardó en volver a abrazarlo.

—¡Ahhh! Es que eres tan agradable, precioso, y tierno— Midoriya explotó de vergüenza entre los brazos de la muchacha y en cuanto se separaron él se incorporó y haciendo una sería reverencia se disculpó.

— Agradezco mucho tus sentimientos, pero... No estoy buscando una relación.

María tardó en comprender porqué había dicho aquello. Pero pronto echó a reír y no se detuvo hasta que las lágrimas saltaron de sus ojos.

— Aunque lo pareció, no fue una confesión amorosa— María tuvo que detener su risa para poder hablar— Suelo expresar mis sentimientos así, tanto, que pareció una confesión. Pero me siento de la misma manera por Kirishima.

— Entonces, ¿es admiración?— María asintió— una muy apasionada— y sonrió.

— Me enseñarás entonces, futuro héroe número 1— la mirada de Midoriya pasó a ser seria. Pero luego terminó sonriendo y asintió.