De LATAM a My hero academia

Capítulo 7

El horario de clases había terminado. María acabó exhausta. No podía entender porqué era tan difícil seguirles el ritmo.

Aizawa la llamó al terminar, cuando todo el mundo se estaba preparando para ir a los dormitorios.

—Se que es tu primer día aquí... Pero, ya le tomarás el ritmo a las clases. Sinó, busca ayuda en tus compañeros— sutiles fueron las palabras del profesor, para decir que lo de María claramente no eran los estudios.

Aizawa salió de la clase y María volvió a su lugar a recoger la hoja que había pedido prestada con las inexplicables anotaciones que hizo sobre temas que no alcanzó a comprender. Básicamente lo mismo que hacía siempre, pero peor.

Se sentó y soltó un suspiro.

—No deberías preocuparte— la voz de Uraraka la hizo mirarla— pronto vas a enganchar el ritmo de las clases, no te preocupes.

— y solo es mi primer día, siempre tomaba una semana que los profesores me llamáran para retarme~

—¿Solía pasarte en tu antigua escuela?— María miró a Iida y asintió.

— Con demasiada frecuencia, Iida— María intentó pensar la causa más recurrente por la que los profesores le llamaban la atención y cuando lo recordó se rió—. Solía quedarme dormida en clase por haberme quedado leyendo hasta la madrugada. Ni siquiera tenían en cuenta el esfuerzo que hacía por ir. Era cierto que iba a dormir una siesta, pero si hacía la tarea...

Iida y Yaoyorozu compartieron miradas preocupadas.

— Si quieres, puedo ayudarte a que te pongas al día con todo— la amabilidad en la voz de Yaoyorozu hizo a María soltar una lágrima. Parecía que estaba viendo a un ángel de la salvación.

María se levantó de la silla y abrazó a Momo.

—Yaomomo, eres la mejor— repitió María una y otra vez mientras se fregaba en el pecho de la muchacha que no tuvo tiempo de reaccionar.

— ¿Cómo es que ella...

Uraraka estuvo a punto de preguntar cómo era que sabía el apodo de Yaoyorozu, si nadie la había llamado así. Pero no terminó la pregunta pues recordó lo que los chicos había dicho sobre la El supuesto don y simplemente se limitó a sonreír.