De LATAM a My hero academia

Capítulo 2

—  Ah, verga—  se quejó sintiendo aún el dolor del golpe de chancla—¿Dónde estoy?— abrió los ojos y lo último lo dijo sin pensar. Pero habló en un idioma que no era su lengua natal. ¿Estaba hablando japonés acaso?

Claro que como buena Otaku, sabía las palabras básicas que todo aficionado al anime aprende a lo largo del tiempo, pero aquello se sentía algo diferente

— Estás en la U.A— se espantó al escuchar que le respondieron. Y se espantó aún más al darse cuenta de que entendía a la perfección lo que le habían dicho en esa lengua extranjera tan hermosa.

— Perdón, creo que escuché mal. ¿Cómo dices que dijiste?— María se incorporó para ver a quien le había contestado y al ver al hombre de ojeras y barba sin afeitar de una semana se dio cuenta de que aquello no podía ser más que un hermoso sueño— Por todos los dioses, ¡es mamá Oruga!

—¿Qué soy quien?— cuestionó el hombre endureciendo la mirada. A María le recorrió un escalofrío.

— Si que me golpearon fuerte está vez— María sonrió mientras se frotaba la frente dónde su madre la había golpeado con su técnica mortal —, ni siquiera llegué a esquivar la chancla. A final de cuentas, mamá siempre consigue que me duerma.

Aizawa se acercó a María y puso su mano en su frente.

— No tienes fiebre, pero parece que estás delirando...

—¡N-no estoy delirando!— se defendió— Estoy soñando, que es diferente.

Aizawa, ante tal disparate, guió su mano a la mejilla de María y tiró de ella haciéndola chillar. Al soltarla, la miró mientras sonreía satisfecho.

— No es un sueño. Llegaste hoy a la U.A y una pelota golpeó tu cara haciendo que cayeras inconsciente. El culpable del golpe es uno de tus nuevos compañeros. Están afuera esperando a que te recuperes.

Aizawa caminó hasta la puerta y al abrirla un par de chicos se acercó a dónde estaba María.

—No me jodas...—  susurró, esta vez en su lengua. Los muchachos se miraron entre sí extrañados— Jefa...esta vez si te pasaste de pinche lanza.

Kaminari y Sero no entendían nada, Aizawa aclaró la garganta sacando a María de su asombro.