☯︎ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 17 ☯︎

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ᴊ ɪ ɴ
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Cuatro meses después...

Tae sale del baño con solo una toalla colgando suelta alrededor de sus caderas. Es una imagen de perfección. Músculos sólidos y bronceados. Un cuerpo delgado y joven. Su cabello rubio está mojado y cuelga desordenadamente sobre sus cejas, dándole un aspecto pícaro y sensual. Mi mirada viaja por su pecho esculpido hasta la V definida en su bajo abdomen. Una V que lamí más veces de las que puedo contar. Si pudiera adorar una letra del alfabeto, sería V.

Se detiene al borde de la cama y me sonríe.

—¿Disfrutando de la vista, viejo?

—Sabes cómo soy. —Pongo atención a sus brazos que se flexionan cuando peina su cabello hacia atrás. Los mismos que me abrazan fuertemente las noches cuando lo deseo—. Solo estaba pensando en... no sé, tal vez alejarte de esa toalla y meterme dentro de ese apretado trasero tuyo —le digo, como si estuviéramos hablando del clima.

Su polla se estremece debajo de la toalla y estoy a punto de saltar sobre él.

—¿Quién dice que no seré yo en tu trasero esta noche? —Sus ojos se detienen en los míos y su sonrisa es arrogante. Pero puedo ser más arrogante que él.

Empiezo a desabotonar mi camisa mientras me acerco.

—En realidad, esperaba que pudiéramos probar un poco de ambos. Tengo mucha hambre esta noche.

Cuando se lo digo se ríe y luego deja caer su toalla. Nuestro humor se desvanece cuando agarra la botella de lubricante y se mete en la cama. Me quito rápidamente los pantalones y lo acompaño. Por un momento, nos acostamos uno frente al otro. Sus dedos corren sobre mi hombro mientras los míos pasan por su cabello.

—¿Algún arrepentimiento? —Pregunto, mi voz es ronca y cruda. Yo no tengo ninguno, porque una vez que estaba seguro sobre lo nuestro, estaba seguro de hacer esto.

—No soy exactamente material de matrimonio, pero ahora estás atrapado conmigo —dice con una sonrisa.

A pesar de sus palabras juguetonas, escucho el dolor escondido en ellas. Aun así, incluso después de todo este tiempo juntos, duda de sí mismo. Y no ayuda que su padre sea un humano de mierda y continúe tratándolo como basura. Gracias a Dios, su padre se mudó a otro bufete de abogados. No creo que ninguno de nosotros pueda seguir trabajando con él después de todo lo que le ha hecho pasar a Tae. Y afortunadamente el contrato temporal fue solo eso. Temporal. Al final del juicio, se había ido.

—Me casé con Jessika —bromeo—. Cualquier cosa es un paso adelante de eso.

Él gruñe y solo sirve para endurecer mi polla.

—Jódete, viejo.

—Mmm... sabes que pronto lo haré. —Me inclino hacia adelante y beso su boca. Él me devuelve el beso lentamente, pero percibo miedo en sus ojos cuando me alejo—. Sé con quién me casé —le digo. Tae intenta mirar hacia otro lado pero no se lo permito. Él necesita saber lo que tengo que decir—. Me casé contigo y hoy fue el mejor día de mi vida. Nada puede compararse con eso. Ni siquiera con esto que tenemos. Tae, maldición, nadie puede compararse contigo.

Su cuerpo se relaja y me tira esa sonrisa que me atrapó desde el primer momento en que la vi. Nos perdemos en un beso. Hoy, terminamos el trabajo temprano y fuimos al juzgado. En la oficina de YoonGi, con Dane y Aerin de testigos, Tae y yo nos casamos ante el juez Min. Fue algo simple pero vinculante. Siempre supe que era mío. Y ahora la ley lo testifica.

—No puedo sacudir el temor de que un día lo arruinaré todo —admite, su voz suena ronca de emoción.

Deslizo mi pierna entre sus muslos y lo beso con fuerza. Si pudiera verter mis garantías directamente en su garganta y en su corazón, lo haría sin dudarlo. Él gime cuando me acomodo encima suyo y nuestras pollas se rozan entre sí. La suya está desnuda y la mía apenas está vestida por mis boxers.

진태- ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏWhere stories live. Discover now