진태- ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏ

☯︎ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 5 ☯︎

ᴛ ᴀ ᴇ
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Mierda. Sólo yo puedo hacer algo tan malo. Mi padre se va a cagar cuando sepa que me acuesto con Kim SeokJin. Socio gerente y esencialmente el Jefe de mi padre. Mi Jefe.

Retiro mi mano de la impresionante polla de Jin y doy un paso atrás. A menudo, soy impulsivo y hago lo que me parece correcto. Casi nunca considero el efecto dominó de mis acciones. Hasta ahora.

Si arruino este trabajo, arruinaré el de mi padre también, y de paso mi hermana Nayeon y mi madre se verán afectadas si todo esto explota. Me quito las gafas y me froto la cara con la palma de la mano antes de volver a ponérmelas en la nariz. La mandíbula de Jin está apretada, los músculos están haciendo tictac. Tiene sus manos en puño y me mira fijamente.

—Lo siento —me quejo—. Eso estuvo fuera de lugar.

Los ojos de Jin se entrecerraron. Durante el fin de semana, me había maravillado de lo gris que era su mirada penetrante. Como una tormenta de truenos corriendo por el cielo, persiguiendo cualquier indicio de azul oscuro. Sin embargo, cuando sonríe, la tormenta se despeja y parecen más azules que grises. Pero él ya no está sonriendo. De hecho, sigue enojado.

—No quería que nada de esto pasara —murmuro—. Sólo estoy aquí para hacer mi trabajo. Te dije que soy más de los tipos que se mantienen informales. —Las palabras son verdaderas, pero no se sienten bien en mi lengua.

He buscado consuelo en la carne caliente de otro bajo las sábanas más a menudo de lo que me gustaría admitir. Y este fin de semana pasado fue la primera vez que consideré que tal vez lo que había estado buscando estaba justo frente a mí. Sabía que esa mierda era demasiado buena para ser verdad. Pero...

—Tengo algunos casos en los que trabajar ante el tribunal hoy, pero creo que aun así deberíamos almorzar. Hablar un poco más sobre esto —dice finalmente. Su mirada se ha suavizado y no parece que quiera matarme. Era un progreso.

—Claro —digo yo, encogiéndome de hombros—. Nos vemos por ahí, entonces...

Me hace una seña con la cabeza.

—Ve a Recursos Humanos y asegúrate de que tu padre te instale en tu oficina. Tu asistente se llama Yuri, ella también trabaja con Liah.

Me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta cuando él me llama, deteniéndome una vez más.

—Me gustan tus gafas, Tae. Te hace ver increíblemente apuesto.

Una sonrisa tira de mis los labios, pero vuelvo a ponerme serio. Jin era mi Jefe.

—Adiós, Jin.

Tan pronto como la puerta se cierra detrás de mí, me acerco a Recursos Humanos. Después de que algunas personas agradables me ayuden en el camino y una hora de rellenar papeles y de que la mujer hablara de las políticas de la empresa, mi padre llamó a la puerta interrumpiéndonos. Por una vez, me alegré de verlo. Mi padre, Kim Roy, siempre fue alguien que yo quería ser. Claro, hasta que cumplí trece años y lo encontré besando a nuestra vecina. Lo jugaron bastante bien, pero más tarde esa noche, él y mi mamá se pelearon y las cosas fueron lanzadas. Mamá lloro histéricamente y papá se disculpó. Pero en ese momento, una semilla de amargura fue plantada en mi vientre y ha crecido salvajemente desde entonces.

Mi padre es un maldito tramposo que mantiene a todo el mundo por encima de estándares imposibles, sin pedir disculpas. Mi madre... Bueno, he aprendido que ella es débil. Ella hace la vista gorda a cada una de sus aventuras y el año pasado, me enteré de que estaba teniendo la suya propia. Estoy convencido que la única razón por la que siguen casados, es porque no quieren la vergüenza de estar separados, especialmente por Nayeon. Está en el último año de secundaria y está muy involucrada en todo. Mis padres, aunque son gente egoísta, han permanecido desinteresadamente juntos para su beneficio.