☯︎ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2 ☯︎

390 69 11
                                    

ᴊ ɪ ɴ
°°°

Dejo caer mi tercera mini botella de licor en una fila y agito la hierba cuando Tae intenta entregármela de nuevo. Estoy más alto que un cometa en este momento y tiene razón cuando dice que en esta habitación hace demasiada calor.

—Mierda —me quejo—. Es como una sauna aquí.

Él sonríe y se sienta.

—Tal vez deberías quitarte toda esa armadura.

Mis fosas nasales se dilatan cuando él se adelanta y se encarga de desabrochar mi camisa. No puedo respirar o moverme por miedo a dejar que vea mi atracción por él.

—Soy gay —pronuncia en voz baja haciendo que mi polla se espese en mis boxers.

—Yo no. —Respondo. Y tan pronto como salen mis palabras, me siento estúpido. Como un maldito campesino ignorante.

Aquí estoy, afirmando que no soy gay, cuando he estado pensando en los labios de este tipo desde el momento en que habló; Y cada vez que habla o me toca, mi polla responde. Si eso no es gay, no sé qué es.

—Yo tampoco lo fui una vez —me dice, mientras sigue desabrochándome la camisa. Cuando llega al fondo, me arranca la camisa de los pantalones. Se me escapa un gemido y tengo que cerrar los ojos y evitar su mirada para ocultar la necesidad que arde en mis ojos.

—Tae —le advierto. Pero él se apoya en la cama.

—Sólo estaba desabrochándote la camisa, no apretando accidentalmente mi polla contra tu trasero.

Abro los ojos y lo miro fijamente. Mi polla se está tensando en mis pantalones, pero quiero que se asiente. Entonces, me encuentro la mirada desafiante de él.

—¿Alguna vez te la ha chupado un tipo? —pregunta. Su mandíbula se aprieta mientras su mirada bordea mi cuerpo hasta donde mi polla está tratando de unirse a la fiesta.

—No —me siento y me quito la camisa porque ahora estoy sudando. La camiseta que llevo debajo de la camisa de vestir me la arranco también y la descarto. Cuando me recuesto contra las almohadas, su mirada está en mi pecho.

—¿Levantas mucho?

El orgullo se apodera de mí. Jessika nunca pudo tomarse un minuto de su precioso día para notar mi espectacular físico. No tienes un cuerpo como el mío casi a los cuarenta años sin trabajar duro para conseguirlo.

—Sí —gruño.

—Se nota, viejo. —Me sonríe, y que me parta un rayo si casi no me corro en mis pantalones.

Dios esto es tan jodido.

—¿Estás en la universidad? —pregunto en un intento de cambiar de tema.

Su sonrisa cae y sacude la cabeza. Tae es sexy cuando está lleno de sonrisas y misterio. La mirada que me está dando ahora es como si le hubiera robado su cachorro; Y maldita sea, quiero devolverle el jodido cachorro.

—Ya no.

—¿Qué pasó?

Él suspira.

—Mundo corporativo. Tiempos divertidos.

Me rasco el brazo y frunzo el ceño.

—¿Que preferirías estar haciendo? Está escrito por toda tu cara que prefieres estar haciendo otra cosa.

La culpa brilla en sus ojos.

—No importa, ya está hecho.

Me acerco y rozo mis dedos contra su pecho firme.

진태- ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏWhere stories live. Discover now