☯︎ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 15 ☯︎

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ᴊ ɪ ɴ
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Oh ¿Jessika?

Estar cerca de ella por primera vez en semanas es un recordatorio de por qué nos divorciamos en primer lugar. No tenía nada que ver con mi secreto de ser gay. Lo fingí por ella. Lo intenté por ella. Hice todo lo que estaba a mi alcance para que funcionara para ella porque teníamos a Aerin y ella era un producto tan perfecto de algo que no quería por completo para mí. Tome la decisión de casarme con una mujer a pesar de los deseos de mi corazón, y todo valió la pena. En el momento en que Jessika me dijo que estaba embarazada, estaba eufórico. Me encantó ese pequeño frijol desde el momento en que supe de ella. Pero nunca amé a Jessika.

La amaba como la madre de mi hija y como compañera en nuestra vida, pero nunca ese tipo de amor desgarrador, profundo y abrumador. Francamente, no sabía que ese tipo de amor existía. La única persona por la que había sentido amor era YoonGi. Y no fue correspondido. Pero incluso en aquel entonces, mi corazón no me dolía con tanta necesidad, pasión y deseo como lo hace ahora. Como lo hace con Tae.

Mi mirada cae sobre Tae desde el otro lado de la mesa. Dane le está mostrando algo en su teléfono y Tae asiente. Dane también es un nerd tecnológico, así que me alegra que parezcan estar interesados en algo común. Aerin sigue charlando con Tonny acerca de Dios sabe qué. Esa chica podría mantener una conversación hasta con un árbol. Y Tonny es un gran árbol gruñón, pero ni siquiera él puede resistirse a sus encantos. Lo he atrapado sonriendo una o dos veces por ella. Y en cuanto a mí, estoy atrapado escuchando a Jessika contarme sobre cómo decidió convertirse en entrenadora personal. Asiento con la cabeza hacia ella, pero Tae me distrae nuevamente. Me mira atentamente desde el otro lado de la mesa, y las mismas emociones burbujeando dentro de mí se reflejan en sus ojos marrones.

Desearía estar sentado a su lado. La necesidad de tocarlo a menudo es abrumadora. No puedo sacarlo de mi cabeza y ciertamente tampoco quiero que se vaya. Quiero que infecte todos mis pensamientos. Que infecte todo de mí. Sus labios se curvan hacia un lado en una sonrisa perezosa. La misma sonrisa perezosa que me hizo seguirlo hasta su habitación de hotel esa noche. En aquel entonces, parecía un tipo tan despreocupado sin preocupaciones en el mundo. Que poco sabía, tenía suficientes preocupaciones por los dos juntos.

Me guiña un ojo y Jessika resopla frustrada a mi lado.

—No me estás escuchando. —Sus labios se fruncen y sus fosas nasales se dilatan.

—Lo siento —me quejo.

Ella se inclina y agarra mi bíceps con sus puntiagudas uñas.

—Creo que es raro, Jin. Amigo con amigo...

Tensado por sus palabras, le lanzo una mirada fulminante.

—Realmente no es asunto tuyo.

El resto de la mesa es ruidosa con la conversación, por lo que nuestra charla privada no se escucha. Sin embargo, siento que Tae nos está mirando.

—Pero Jin. Yo solo me preocupo por tí —dice ella, en ese tono falso que solía ponerme nervioso. Y resulta que todavía lo hace.

—Pues no lo hagas —gruño.

—¿Te has acostado con él? ¿Cómo sabes que te gusta ese tipo de cosas? Eres un excelente amante de las mujeres. ¿Sabes siquiera cómo tener sexo con un chico? —Susurra ella, sus uñas se están asomando más fuerte a través de mi suéter.

—Ya te dije que eso no es asunto tuyo. Pero si quieres saber, Tae y yo nos las arreglamos muy bien. —Apreto los dientes y la fulmino con la mirada—. Y deja de hacer eso. —Retiro su mano lejos de mí.

진태- ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏWhere stories live. Discover now