☯︎ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 13 ☯︎

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ᴛ ᴀ ᴇ
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La lista que Kang me envió fue útil, excepto cuando se trataba de Hiyyih, la hermana de Kai. Claro, yo también tengo una hermana, pero no sabía dónde estaba la mitad de la mierda que querían ellas en la tienda. Afortunadamente, Jin tiene una hija y lo maneja fácilmente. Estaba a cargo de los niños y podría haber gastado mucho más que mi tarjeta de regalo en ellos. Cuando llegué al pasillo de los juguetes, pensé en todo lo que no tenían y quise comprarles toda la maldita tienda. Jin fue gentil pero firme cuando me recordó que no íbamos a salir de la lista específica del asistente social y teníamos que seguirla.

Ahora que estamos en camino al hogar de acogida, estoy nervioso. Mis palmas están sudorosas y mi barba de Papá Noel me pica las mejillas. Me lo puse en la tienda y recibí un par de chillidos de niños que hacían compras de última hora con sus padres.

—Está nevando —dice Jin, sonriendo en mi dirección.

—Sí. A los niños les encantará eso.

Mientras conducimos, Jin se acerca y apoya su palma en mi muslo. Había estado nervioso y mi pierna estaba saltando, pero con su fuerza reconfortante calentando mi muslo, me relajo un poco.

—Tae, necesito que me escuches —retumba—. No importa lo que veamos allí, no es nuestro lugar intervenir. Hay leyes y como abogados, debemos seguirlas. Los padres de crianza nos han invitado y haremos lo mejor para ser respetuosos en su hogar, ¿de acuerdo? Es lo mejor para todos.

Solté un profundo suspiro.

—¿Y si son unos imbéciles?

—Si lo son. Dejamos que el juez determine si los niños son aptos o no para quedarse allí. Todo lo que podemos hacer es nuestra parte y nada más. Aunque, tú estás haciendo más que tu parte. Y es admirable, sin embargo, no puedes dejar que eso te consuma. Estoy seguro de que será triste, pero no hagas nada de lo que te arrepientas más tarde o que afecte a los niños.

Me palmea la pierna.

—Por cierto. Deberías saberlo mejor que yo. Pero ese traje que llevas puesto viene con una gran responsabilidad. —Sus palabras juguetonas al final me hacen relajarme de nuevo.

—Es por eso que soy un asco en ser abogado —me quejo—. No me gusta sentarme y esperar a que la ley se desarrolle a favor de las víctimas. Quiero intervenir y hacerles justicia.

Baja por una calle oscura y sus ojos se dirigen hacia mí.

—En un mundo perfecto, eso es lo que hacemos, Santa. Pero en este imperfecto y complicado, hacemos lo mejor que podemos con lo que podemos.

Y no puedo evitar reírme.

—Tuve que crecer con mi padre y escuchar los comentarios constantes de su familia acerca de que los abogados son horribles y malvados, y debo decir que eso es solo un estereotipo. No todos los abogados son como mi papá. A algunos de nosotros nos importa.

Nos detenemos en un camino detrás de un sedán negro. Una vez que salimos del auto, sale otro hombre. Se acerca a Jin y le da la mano. Sin interrumpir, observo desde mi lugar su pequeña plática. Los ojos del tipo son cálidos mientras mira detenidamente a Jin quien instruye unas reglas de las que no estoy al tanto.

—Iría a juicio contigo, sólo por ellos. Lo sabes. Y la verdad no importa lo que tenga que sacrificar...

—No es necesario adelantarnos. Min puede ser bastante jodidamente bueno cuando se lo propone. Esperemos buenos resultados.

—¿Jin? —Cuando me dirijo a él, el tipo me sonríe.

—Oh, tú debes ser Tae. Encantado de conocerte finalmente. —Me extiende la mano.

진태- ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏWhere stories live. Discover now