☯︎ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12 ☯︎

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ᴊ ɪ ɴ
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Desde que Tae y yo nos enganchamos en el hotel, me muero por contarle a YoonGi sobre esta nueva revelación. Que finalmente estoy haciendo lo que quiero. Estar con un chico que pone mi mundo al revés y que nunca he sido más feliz. Pero luego recuerdo la noche de la universidad tan claramente. La noche en la que casi pierdo a mi mejor amigo. Mientras caminamos en el bar para encontrarnos con él y sus yernos, mi estómago está hecho un nudo. Si esta reunión ocurre como esa noche que dejé escapar mi secreto, las cosas podrían salir mal.

Cuando veo que YoonGi saluda desde una mesa alta, le doy un asentimiento con la cabeza y luego miro por encima del hombro a Tae. Está frunciendo el ceño y me recuerda tanto a Marco que suelto una risita. Me dirijo hacia la mesa y YoonGi se levanta para estrecharme la mano antes de abrazarme. En un momento, estaba realmente enamorado de mi mejor amigo y no era mucho más joven que Tae cuando él me arrancó el corazón del pecho. Desde entonces me llevó meses y meses reparar lo que casi había roto.

Ahora, me alegro de que no hayamos jugado juntos. Porque yo no tendría a Aerin, y él no tendría a sus hijas. Habríamos vivido vidas diferentes y probablemente hubiera arruinado nuestra amistad al final. YoonGi se ha vuelto a casar ahora y es feliz como el infierno con Liah. Mientras que yo... bueno, me estoy embarcando en algo extremadamente gratificante con Tae. Y sinceramente es mejor así.

—¡YoonGi! —Saludo enérgicamente mientras nos alejamos—. Tiempo sin juntarnos a compartir. ¿Cómo van las cosas? ¿Todo bien?

Él me sonríe.

—Más vale tarde que nunca, dicen por ahí. Y todo bien. No te preocupes. Ya logré acostumbrarme a los nuevos integrantes de la familia.

Me río. Porque los chicos detrás de él hacen malas caras.

—YoonGi. Este es Tae... —Inmediatamente me muerdo la lengua, de repente dudando en explicar quién es realmente Tae para mí— Trabajamos juntos en la empresa.

—Un gusto, Tae. —YoonGi asiente y le ofrece la mano. Pero Tae no toma su mano, solo asiente en silencio. Y YoonGi, como siempre, tan amable y amigable, baja la mano pero no se ofende. Él simplemente aprovecha la oportunidad y nos presenta a sus yernos.

—Este es HoSeok, el esposo de mi hija mayor, Jihyo —dice YoonGi—. Y ese enano de ojos asustadizos de allí es JungKook. Está casado con mi hija menor, Yeji.

—Kim TaeHyung —dice Tae, asintiendo con la cabeza a ambos hombres.

HoSeok arquea una ceja y sonríe. Es una hermosura de hombre con traje como el resto de nosotros. La diferencia es que HoSeok, además de no traer corbata, tiene rasgos de ser el hijo cabrón de un maldito multimillonario. Pelo salvaje y rubio que apenas domina sobre su cabeza. Botones abiertos hasta el pecho y gafas de sol que llaman la atención de cualquiera. Pero es la sonrisa en su rostro lo que lo dice todo. Es amigable y tal vez buena persona. O mejor dicho, es un maldito bastardo con suerte.

JungKook, por otro lado, es el bastardo que ama el gimnasio. Pantalones y polos deportivos, son sus atuendos habituales. Es fisioterapeuta y se viste como un bastardo aburrido, pero luce caliente. Ambos hombres son atractivos como el infierno. Recuerdo cuando me los presentaron hace mucho tiempo, honestamente no pude evitar echarles un vistazo, como ahora lo hago. Le lanzo a Tae una mirada inquisitiva para ver si también los encuentra bien, pero su mirada es dura y cautelosa. No estoy seguro de qué demonios pasa con él.

Me instalo en un taburete al lado de YoonGi y Tae se sienta a mi lado. HoSeok se narra una historia sobre su club. Es dueño de un club de sexo en el centro. Si Tae está sorprendido por esto, no hace ninguna indicación. Sin embargo, cada vez que YoonGi se ríe o dice algo, tensa o aprieta la mano. Tal vez está enojado porque no lo presenté como mi amante o novio o lo que sea que somos. Pero no sé cuál es el protocolo para estas cosas.

진태- ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏWhere stories live. Discover now