Esencia✔

40- Historia de vida

Vanessa
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—¿Qué pasó entre Bryan y tú aquella noche? Se me olvidó preguntarte ayer —Henry me pregunta mientras se sienta a mi lado.

—Conversar —sonrío, él enarca una ceja.

—¿Sobre qué?

—Sobre... algunas cosas, Henry.

—¿Pero de qué cosas? —mi amigo sacude mis brazos y yo niego con mi cabeza divertida.

El chisme le encanta y más si tiene que ver conmigo.

—Meh, hablamos sobre prácticamente nosotros. Y bueno, pasó una estrella fugaz...

—¡Yo y Melissa la vimos! —chilla emocionado.

—Me dijo lo que le pidió.

—¿Qué pidió?

—Que nuestra historia se reconstruyera —trago saliva y Henry golpea la mesa varias veces.

—¡No manches! A mí me dicen eso y yo caigo muerto en el suelo.

—Pues sí...

—¿Y luego Vane? Falta algo por contarme —sube y baja sus cejas y yo suelto una risita nerviosa.

—Nos bes...

—¡Ah! ¡Increíble! —Henry comienza a gritar y de la nada salen Melissa, Bryan y Víctor con mala cara.

—Eres insoportable, ¿lo sabías? —Melissa se sienta de mala gana.

—Ya lo sabía Mel, gracias por recordármelo.

—¿Por qué ese alboroto? —Víctor pregunta y Bryan con una ceja enarcada y una sonrisa de lado lo mira.

—Ya creo saber el porqué.

Mi corazón se dispara y parece que acaba de escuhar: Te voy a asesinar.

Cuanto drama.

Bueno, el momento lo lleva.

—¿Por qué?

—Por la actividad de hoy —sonríe y suspira en alivio.

Pensé que iba a decir lo del beso. No es que no tenga confianza con Melissa y Víctor pero que él lo diga me daría vergüenza.

—¿Y cuál es la actividad de hoy? —Melissa pregunta curiosa.

—Es sorpresa, Nathalie sólo me dijo eso.

—No me gustan las sorpresas. Al final siempre terminan siendo algo que no me gusta —la morena hace una mueca.

—Por dos, Melissa, ¿te imaginado que sea algo... cómo comer gusanos? —Henry le pregunta y todos ponemos cara de: ¿enserio?

—Tal vez si te pusieran delante un plato de gustanos no te los comieras —enarco una ceja y Melissa resopla.

—Dentro de unos minutos vamos a desayunar, por favor, dejen los gusanos tranquilos.

—Ok, pues ya es hora —Bryan dice justo cuando la campana suena.

Salimos de la casa y vamos al comedor. Esta vez nos sentamos en una mesa diferente ya que la de nosotros está ocupada por un grupito. Y en ese grupo está Grettel.

—Ya me había acostumbrado a nuestra mesa —Henry hace una mueca y Melissa cruza sus brazos.

—Si quieren voy y los quito de allí.

—No a la violencia, Melissa —Bryan le dice y esta resopla.

—Era nuestra mesa.

—Era, ya lo dijiste —el poetizado ríe y Melissa pone su peor mala cara.