Esencia✔

14- Cita llena de helado

Henry
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Me miro por quinta vez en el espejo y salgo de mi habitación. Mis padres están en el comedor hablando y hacen silencio al verme.

—¿A dónde vas cariño? —mamá me pregunta y me acerco a ella para darle un beso en la frente.

—Tendré una cita.

—¿Quién es el chico tan afortunado de tener una cita contigo? —papá sonríe de lado y yo suelto una risa nerviosa.

—No es un chico.

—¡¿Qué?! —los dos preguntan confundidos y yo vuelvo a reír.

—Es una chica, una chica muy genial, creo que me gusta y bueno, tendré una cita con ella, hoy, a las ocho.

—Vaya, ¿entonces ya no te gustan los chicos? —mamá me pregunta un tanto emocionada.

Ella siempre me aceptó cuando le dije que me gustaban los chicos, pero obviamente ella quería que yo estuviera con una chica. Recuerdo como lloró en la habitación y mi padre hablaba con ella para que entendiera, es algo duro para algunos padres pero bueno, terminó aceptando y ahora le vengo con esto, que tendré una cita con una chica y por eso la emoción.

—Pues, no lo sé mamá —respondo a su pregunta y ella hace una mueca.

—¿Entonces?

—Margareth, tal vez le gustan también los chicos, puede que sea bisexual, pero justo ahora le está gustando una chica, son gustos que cambian frecuentemente, él es un adolescente—papá le explica y mamá asiente.

—Vale, vale, ve con cuidado cariño y por favor, no manejes tan rápido, ¿okey?

—Vale mamá —vuelvo a besar su frente y a papá le doy un abrazo.

—Recuerda no beber —papá me dice y mamá suspira.

—Roland, Henry es muy responsable.

Seee... no me digas.

Voy al garaje y subo a mi auto.

Luego de dar vueltas por la ciudad al fin llego a la casa de Melissa, sueno el claxón tres veces y en menos de un minuto ella sale de su casa.

Melissa es muy bonita, su color de piel que es morenita le queda super bien y pega con sus hermosos ojos que son color miel y a veces se ven verdes, ella dice que son color caca, pero yo los veo hermosos, su cabello es ondeado y negro, junto a dos mechones rojos que tiene delante. Ella es la única chica que ha logrado gustarme, ni Vane lo logró que es tan hermosa y tiene unas curvas que a cualquier chico se le saldría la baba.

Melissa entra al auto y besa mi mejilla.

—Desde que salí de mi casa me estás mirando —sonríe de lado y yo miro al frente poniendo el auto en marcha.

—Mentira.

—¿Mentira? ¡Henry! Si lo hacías no lo niegues.

—Vale, no lo niego, es que estás muy... bonita —la miro y se sonroja.

—Tonto.

—Digo la verdad por Dios.

—Milagro no dijiste "equis de" —hace comillas con sus dedos y yo río.

—Solo lo digo cuando estoy junto a Vane.

—Hablando de Vanessa, ¿no que íbamos a tener una cita los cuatro? ¿Qué pasó? Bryan me llamó y me dijo que... Pff, si soy boba, verdad que Victoria no la deja, por Dios —Melissa sonríe con tristeza y yo asiento.