12- Infancia

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Vanessa
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Una luz muy molesta hace que despierte. Abro los ojos lentamente y logro ver de donde proviene esa luz. Es del teléfono de Henry, él está escribiendo algo, seguro es uno de sus libros. Lo que es un milagro que los escriba en el teléfono ya que siempre los escribe en su laptop.

Leo el título del capítulo y sonrío.

¿Cómo me puede gustar una chica si creo que soy gay? —digo en voz alta y mi amigo pega un grito.

—¡Vanessa! Me has pegado un susto de muerte.

—Lo siento Henry —lo abrazo y él sonríe—. ¿Sabes? No eres gay, besaste a Melissa y te gustó, lo pude notar.

—Estoy confuso Vane, ayer, o más bien, esta madrugada Bryan me dijo que yo le gusto a Melissa...

—Y ella te gusta a ti —canturreo y él resopla.

—No lo sé, la verdad.

—Pff, Henry, si te gusta.

—Es que...

—Mira, dijiste que eras gay porque sólo se te acercaban chicos, pero ahora le gustas a Melissa, además, te recuerdo que tú fuiste mi primer amor.

Jejej, éramos más pequeños.

—Si, pero, lo que decía, ya no eres gay Henry, creo que eres bisexual, y por favor, ten una cita con Melissa —estiro sus mejillas y él sonríe de lado.

—Sólo si tú tienes una cita con Bryan.

—No Henry.

—¡Vane...!

—Vane nada, no quiero darle falsas esperanzas.

—¿Falsas esperanzas? Mira este chat, estaba hablando con él por aquí hace un rato y me contó que le dijiste algo cuando estabas toda drogada.

Le quito el teléfono y leo el mensaje.

... me dijo que la esperara que ella algún día me va a corresponder, mi pobre corazón está que late a mil cada que recuerdo sus palabras :(

No me jodas, yo no recuerdo eso —le entrego el teléfono y él ríe.

—No lo vas a recordar porque estabas drogada, equis de.

—Pff, no sabía lo que decía —me levanto y bostezo.

—¿Enserio? Mira, cuando estamos drogados decimos siempre la verdad Vanessa.

—Pues yo no la dije —sonrío incómoda y camino hasta el baño.

—¿Te gusta Bryan, Vane? —su pregunta hace que me detenga y me gire lentamente.

—Sabes que no.

—Pues pa' mi que sí.

—Ay, no jodas Henry —cruzo mis brazos y él rueda sus ojos.

—Te está comenzando a gustar.

—Ya dije que no.

O que sí...

—¿Y por qué te sonrojas? —me señala y yo me toco las mejillas pero me doy cuenta de que es mentira.

—¡Henry!

—Te amo.

—Pesado, creo que el beso de Melissa te ha vuelto demasiado... hetero —entro al baño y escucho su carcajada.

                           •=•=•=•

Escucho el timbre de mi casa y de inmediato bajo a abrir. Cuando llego a la sala veo que Henry ya ha abierto.

Esencia✔Where stories live. Discover now