Sex Demon ☘ ChanIn

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Chan definía su vida como aburrida, no tenía pareja, sus amigos estaban casados por lo que normalmente preferían quedarse en casa antes que salir con él. Su trabajo como contador de una empresa era en demasía aburrido y su vida amorosa era inexistente, ya que ni citas tenía, actualmente era difícil encontrar un chico que quisiera lo mismo que él.

¿Qué es lo que él quería? Eso era fácil, quería alguien que realmente lo quisiera, que quisiera formar una familia y le amara como él lo haría, aunque claro, también quería a alguien con quien disfrutar el placer carnal y lo satisficiera sexualmente, así como él podría satisfacerlo.

Bien, empecemos conociendo un poco de la historia de Bang Chan.

Bang Chan nació en el año 1996, actualmente tiene sus veinticuatro años de edad. Su vida fue relativamente buena, sus padres siempre le apoyaron. ¡Hasta cuando se declaró abiertamente homosexual! En su adolescencia tuvo únicamente una pareja, aunque ya no recordaba el nombre del chico, sabía que era de apellido Yang, pero no recordaba su rostro o su nombre. Le gustaría recordar más de su primer amor. Luego en la universidad no tuvo más parejas pues se concentró únicamente en sus estudios, graduándose con un promedio perfecto.

Y ahora en su adultez es exactamente lo mismo, se concentra en su trabajo y rara vez sale a bares o intenta conocer gente. De alguna manera desde su última relación su corazón se ha negado a dejar entrar a alguien más.

Otro domingo aburrido para Bang Chan empezaba, era su día libre y no podía salir a bares o siquiera salir en la noche pues al otro día trabajaba, por lo que normalmente se quedaba en su hogar viendo películas, leyendo algún libro, jugando con Berry, su cachorro, o incluso solamente durmiendo todo el día.

Ese día despertó por el cuadro que había caído a un lado de su cama, era un cuadro que su abuela le había regalado cuando se mudó a su apartamento. No era muy interesante pues únicamente mostraba una "persona", si es que así se le podía llamar, con alas negras cayendo por su espalda, reconocía la figura como sentada con sus alas a un costado, sosteniendo su peso.

No le dio más importancia al cuadro y lo dejó allí tirado antes de levantarse y meterse a la ducha para poder limpiar su cuerpo como cada mañana hacía al despertarse, reguló la temperatura y finalmente se dejó llevar por agua tibia. Una vez terminó de limpiar bien su cuerpo salió del baño, colocándose únicamente un pantalón deportivo que le quedaba grande, caminó a la cocina y preparó su café con tostadas y mermelada antes de tirarse al sofá y cuestionar su existencia por mero aburrimiento. No tenía ganas de cocinar un almuerzo decente por lo que estaría toda la tarde en el sofá viendo televisión.

Inevitablemente sus pensamientos se dirigieron a su adolescencia intentando recordar a su novio de aquella época, no recordaba mucho de él a pesar de haber estado en una relación de dos años, ya incluso se había olvidado de la sensación que era ser besado con tanto amor como era besado en aquellos tiempos. No le sorprendía en lo absoluto haber olvidado a aquella persona pues desde que habían terminado ocho años pasaron y él no era alguien que recordara todo al pie de la letra.

Bueno, miento, Chan tenía una memoria fotográfica increíble y por eso a veces le frustraba el no poder recordar aquellos dos años de su adolescencia, ni siquiera recuerda el cómo terminó su relación, si él la había terminado o si su ex pareja la había terminado, no recordaba absolutamente nada.

Sacudió su cabeza de un lado a otro cuando se dio cuenta que llevaba pensando bastante tiempo en aquello y miró la pantalla en frente suyo notando que ya había cambiado de película, soltando un bufido se levantó para encaminarse a su habitación y seguir viendo la película en la comodidad de su cama, pues el sofá estaba empezando a hacer que su espalda doliera. Se tiró en su cama y sin muchas ganas prendió la televisión, notó que esta estaba en una película que tenía pendiente ver así que dejó en ese canal.

Tras treinta minutos una escena algo subida de tono empezó, haciéndole sentir algo incómodo, pero no porque no le gustaran las escenas de ese tipo entre dos hombres, porque sí, la película trataba de dos hombres homosexuales, sino por el hecho de que su miembro empezaba a ponerse erecto. ¿Era un calentón? Definitivamente lo era, pero no podían culparlo cuando hace años no salía o siquiera besaba a alguien, dos años exactamente si quieren saber.

Pasaron largos minutos hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo, no fue hasta que el líquido blanco manchó su mano que lo notó. ¿Se acababa de masturbar pensando en alguien que ni conocía? Sacudió su mano en un intento de limpiar los rastros de semen que esta tenía, sin importarle si ensuciaba el piso o el cuadro que estaba allí.

Cerró sus ojos cuando una luz invadió toda su habitación y se tapó los ojos con el brazo, sintiendo algo de miedo por lo que estuviera pasando. Cuando sintió la luz irse fue cuando abrió sus ojos, encontrando un cuerpo delgado y de piel pálida de espaldas a él.

—¿Quién eres tú? —preguntó confundido el más alto al desnudo cuerpo que estaba en frente suyo.

Le observó por unos segundos, cabello corto y blanco, cintura delgada, piernas pequeñas, piel pálida y perfecta, no se imaginaba lo que podía ver si se daba la vuelta.

—¡Oh por dios! Hace mucho no era convocado —el cuerpo en frente suyo se dio la vuelta, luego de estirarse y hacer sonar sus huesos—. ¿Tú eres quien me invocó? Soy un Incubo, un demonio sexual y mi nombre es Yang Jeongin.

Chan quedó embobado con la parte delantera del cuerpo del chico, lindos botones rosas como pezones, su abdomen muy levemente marcado, en su rostro pequeñas pecas y la hermosa nariz de botón

—¡¿Qué es eso?! —preguntó asustado Mientras subía su propio pantalón para cubrirse sus partes—. ¡¿Cómo puedo hacer que te vayas?!

—Te lo acabo de decir, ¿eres tonto? —murmuró el demonio como respuesta a su primera pregunta—. Soy un Incubo, un demonio sexual —repitió mientras volvía a estirarse, haciendo sonar sus huesos—, y la forma de que me vaya es fácil, tienes que decir que estás satisfecho —dijo sonriente, volviendo a hablar al ver al otro chico querer siquiera abrir la boca—. Y antes de que digas algo, no es como en esas películas que lo dices y desaparecemos, puedo detectar cuando estás realmente satisfecho o no y eso es lo que me hace irme.

Chan asintió mientras seguía viendo al cuerpo desnudo en frente suyo y por su mente únicamente pasaba una pregunta. ¿Por qué el nombre Yang Jeongin le sonaba tanto?