Eras tú... [Levi X Petra].

Capítulo 5: Percepción.

Mientras avanzaban por el campo, Petra sentía como Levi apretaba cada vez más su brazo, había perdido algo de sangre y se sentía un poco mareada, no había comido nada y eso la debilitaba más.

Realmente todo era cuestión de tiempo para que se desmayara.

-Capitán...-dijo Petra con la voz algo débil.

-Niña estúpida no hables, ya casi llegamos a la enfermería.

Petra lo seguía cada vez de manera más lenta y a regaña dientes, en verdad sentía que se desmayaría.

Cuando llegaron, Levi pateo la puerta y jalo a Petra para que corriera, de pronto se detuvieron y ella solo pudo mantenerse de pie unos momentos.

-¡No, espera!-esas fueron las últimas palabras que Petra escucho antes de caer al suelo.

Levi POV's.

La sostuve antes de que cayera al suelo,  esta idiota, ¿Qué demonios estaba pensando cuando se puso a pelear en medio del campo?, aunque cuando vi como sujetaba a la otra cadete me sorprendió lo bien de su agarre, se ve que es fuerte,  y sabe cómo moverse para defender; realmente es muy ligera, pareciera que casi no come, pero es debido a su complexión, su cabello se agita un poco y me deja oler algo de la dulce fragancia que emana, olor a flores silvestres, tales y como las que encontré aquella vez, fuera de los muros.

La llevo a la sala de enfermería más cercana, todos están en el comedor, así que no hay nadie del equipo médico aquí, cierro la puerta  y la acuesto en la cama, mientras ella duerme, le hago beber un poco de té, supongo que se desmayó por que no ha comido nada y por la pérdida de sangre, la parte superior de su camisa esta algo empapada en sangre.

Mientras duerme, preparo el material para limpiarle la herida.

Cuando limpie su mejilla, uno de mis dedos roso su piel, es realmente suave, afortunadamente la herida no es profunda así que no le dejara cicatriz en lo absoluto, sería una grosería que esa bello rostro quedara marcado con algo así.

-Pero que cosas dices Levi- me regaño en voz baja.

Tomo un mechón de su pelo castaño y lo acomodo detrás de su oreja, mis manos bajan rápidamente a su mejilla, sé que ella puede sentir, pero no está consciente de que yo soy quien la toca.

Mientras toco su bello y fino rostro, mis dedos se desvían hacia sus labios, son rosas, se ven demasiado lindos y castos... cuando un movimiento me hace salir de mis pensamientos.

-Capitán...- ella me mira con sus increíbles ojos color ámbar.

-Te desmayaste unos minutos, te cure la herida, no te dejara cicatriz, ¿puedes levantarte mocosa?- le digo en un tono frio, normal para mí.

-Sí, lo lamento capitán, seguramente fue porque no he comido nada y gaste lo que me restaba de energía con aquella recluta-dice mientras se sienta en la cama.

Yo me levanto y doy media vuelta dispuesto a salir, pero antes...

-¿Por qué peleaste con esa recluta?- le digo fingiendo que no me importa.

-Ella comenzó, me lanzo una roca que logré esquivar y se me fue encima-dijo mientras se escuchaba que se levantaba.

-A partir de mañana entrenaras conmigo, tu agarre me pareció perfecto- dije mientras abría la puerta.

-Claro capitán, ahí estaré.

-Bien, ahora vamos a comer algo- dije mientras le señalaba el pasillo.

Petra salió y yo cerré la puerta de la sala de enfermería.